Castilla y León empeoró levemente el periodo medio de pago a proveedores durante el mes de agoto, que se situó en los 25,77 días, frente a los 25,58 de julio, lo que supone un aumento en 0,19 días días, con una subida porcentual del 0,74 por ciento.

Los datos difundidos hoy por el Ministerio de Hacienda revelan que la Junta de Castilla y León paga, no obstante, mejor que la media de las administraciones autonómicas en España, que abonaron sus facturas en el mes de agosto en 40,17 días, incumpliendo el plazo legal, fijado en 30. El dato eleva en 0,95 días el de julio (39,22), con una subida relativa del 2,42 por ciento.

El informe que publica el departamento de María Jesús Montero precisa que el plazo medio de pago a los proveedores sanitarios en la Comunidad, que suponen el grueso del gasto, se situó en el octavo mes del año en los 24,58 días, lo que supone que bajó en 2,15, con un mejora porcentual del 8,04 por ciento. En España, el abono de las facturas sanitarias se produjo en una media de 43,11 días.

El documento, recogido por Ical, precisa que los pagos computados en agosto ascendieron en la Comunidad, a 191,37 millones de euros, con un descenso del 23,8 por ciento respecto a julio. Los pagos sanitarios sumaron 142,8 millones, un 14,9 por ciento por debajo a los contabilizados el mes anterior.

Deuda comercial y financiera

La deuda comercial de Castilla y León se situó en agosto en los 160,4 millones de euros, el 0,26 por ciento del PIB, lo que supone que aumento en 3,4 millones respecto a julio, un 2,8 por ciento. En el conjunto autonómico, ascendió a 4.360,9 millones, el 0,35 por ciento de la economía de las autonomías, con una merma en 162 millones, un 3,58 por ciento menos. La deuda sanitaria en la Comunidad sumó 117,55 millones y en el conjunto autonómico alcanzó los 3.163,3.

Por último, la deuda no financiera de la Comunidad, se situó en agosto en 349,5 millones de euros, el 0,58 por ciento del PIB, con una rebaja del 3,1 por ciento en comparación a julio, mientras que en España sumó 10.407,3 millones, un 0,83 por ciento de la economía de las autonomías, y se contrajo un 1,1 por ciento.