Gil Tamayo reivindica a la UCAV como «factor de desarrollo»

M.M.G.
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La Universidad Católica de Ávila aprovechó la celebración de la festividad de Santo Tomás de Aquino para entregar al que fuera obispo de Ávila su máxima distinción: la Medalla de Oro

Gil Tamayo reivindica a la UCAV como «factor de desarrollo» - Foto: David Castro

La Universidad Católica de Ávila celebró este martes de manera adelantada la festividad de Santo Tomás de Aquino para poder entregar la máxima distinción de la universidad, su Medalla de Oro, a José María Gil Tamayo, antiguo obispo de Ávila y actual arzobispo coadjutor de la diócesis de Granada, feliz de poder regresar a Ávila.

«Significa un afianzar más mi cariño a Ávila», comenzaba a valorar la Medalla de Oro el que fuera obispo de esta diócesis, que veía en el reconocimiento «un motivo más de gratitud a esta ciudad» en la que, reconocía, lamentaba haber estado tan poco tiempo. «Pero el suficiente para hacer una apuesta por la educación», enfatizaba Gil Tamayo, para el que «Ávila tiene un gran activo educativo» del que, buena parte, recalcaba, «está en manos de la Iglesia».

«Y está en manos de la Iglesia porque lo ha recibido así, de sus mayores, y tiene que cuidarlo. Mi función como obispo ha sido cuidarlo y dotarlo de un revestimiento jurídico que lo potenciara para el futuro y lo ha hecho con la Fundación y con la Universidad, asegurándome que tenga una continuidad en manos de quien ha demostrado que lleva todos estos años trabajando en ella y haciendo que crezca», se refería el arzobispo coadjutor de la diócesis de Granada a la Fundación Tellamar, de las Cruzadas de Santa María.

Quiso Gil Tamayo en sus palabras ante los medios reivindicar el papel que la UCAV juega tanto en Ávila como en su provincia. Porque, en su opinión, la presencia de la misma en esta tierra supone «dotar a la ciudad y a la provincia, tan marginada en tantos campos, con una institución que yo sí pido, y ahora lo digo desde fuera, pero sintiéndome muy abulense, que los abulenses valoren», enfatizaba.

«Y que la valoren no sólo con el afecto sino también efectivamente, con ayudas, con consideración... Porque es una activo de generación de trabajo, sobre todo para evitar esa sangría de los jóvenes fuera de Ávila», exponía. «Y pensando en el futuro es un factor de desarrollo. Una sociedad que no mira al mundo universitario es una sociedad que no mira al pensamiento, al sentido, y no mira la capacitación y ese valor añadido que es formar hombres y mujeres capaces de futuro», argumentaba el prelado.

«Y yo creo», proseguía, «que la Universidad Católica de Ávila cumple ese papel: está en Ávila y enraizada», se refería a una institución educativa que, merece, decía, el respaldo de toda la sociedad abulense (civil y administrativa). «Que miren esta universidad y la ayuden», insistía. «No sólo por la generación de puestos de trabajo; no sólo porque contribuye al afianzamiento de los jóvenes en nuestra provincia; sino también, sobre todo, porque es una apuesta de futuro por esta provincia».

E iba más allá el arzobispo coadjutor de Granada al subrayar que esta argumentación la repite siempre que tiene ocasión. «Porque veo que muchas veces está ahí como si fuera un monumento. No. La Universidad Católica no está en Ávila como ello. Está viva y es una condición de futuro de la propia sociedad abulense», recalcaba.

Por su parte, la rectora de la UCAV, María del Rosario Sáez Yuguero, apuntaba cómo la Medalla de Oro entregada a GilTamayo representa un «agradecimiento a esa apuesta que él hizo siempre por la educación católica en Ávila».

«Desde crear la Fundación Obispo Santos Moro para dar estabilidad a los colegios, all traspaso de la titularidad de la universidad para darla una continuidad a través del tiempo, poniéndola en manos de una institución. Porque siempre las instituciones duran más que las personas», apuntaba Sáez Yuguero algunas de las razones que han llevado a la UCAV a reconocer a Gil Tamayo y a las que, por supuesto, sumaba «los años» en los que éste fue gran canciller de la universidad abulense.

farmacia. Por cierto que como siempre ocurre en la celebración de SantoTomás de Aquino, la cita se convertía este martes también en una buena excusa para hacer un rápido balance del actual curso académico. «Estamos en un curso en el que hemos aumentado el número de alumnos, sobre todo en másteres», comenzaba su valoraciónSáez Yuguero, que destacaba también la puesta en marcha del primer doctorado según los planes nuevos, que cuenta ya con una decena de alumnos.

«Y nos acaban de llegar los informes de las solicitudes que hemos hecho de las nuevas titulaciones para implantar, entre ellas una con la que tenemos mucha ilusión, que es Farmacia, y en principio el informe de la Agencia ha sido favorable, así que yo espero que si Dios quiere el próximo curso tengamos un Grado nuevo», informaba la rectora antes de adentrarse en la celebración del acto académico.

Un acto en el que se reconocía la labor de alumnos, profesores e investigadores. Así, en el transcurso del mismo se entregaron los Premios de la Asociación de Amigos de la UCAV; el  Premio UCAV Racing Engineering, por el Subcampeonato de España de Turismos 2022; los reconocimientos a los profesores que este curso han accedido al Grado de Doctor y a los distinguidos con la 'Excelencia Académica'; se aplaudió también al personal de la UCAV con 20 años de servicio al centro; y a aquellos que han realizado una labor en favor de la universidad.

En esta ocasión, el elogio de Santo Tomás estuvo a cargo de Rafael Monterde Ferrando.

Y como es tradicional en estos casos, el broche de oro vino de la mano de la entonación del 'Gaudeamus Igitur'.