El enorme valor de nuestros encinares

Vicente García
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Esta clase de bosques alberga una fauna y flora excepcional

Encina monumental en El castro de Chamartín - Foto: VICENTE GARCÍA

Los encinares forman un paisaje típico de la España semiárida y han sido utilizados por el hombre desde tiempos remotos gracias al valor nutricio de sus frutos, las bellotas, que poseen una gran importancia por su calidad y valor alimenticio que ha servido de sustento a diversos animales como cabras, ovejas, y especialmente al reconocido cerdo ibérico que adquiere un sabor excepcional cuando está suelto en el campo y come las semillas mencionadas. Sus diminutas pero numerosas flores ofrecen a las abejas una melaza especial y es la miel de encina una de las más sabrosas y valoradas por los apicultores. La madera de esta especie procedente de las podas es una de las mejores por su duración y poder calorífico. Desde tiempos remotos diferentes autores la han elogiado en sus obras: Virgilio, en «la Eneida», Unamuno en «El mar de encinas», o Machado en «Las encinas» mencionan a este valioso Quercus.

NATURALEZA VITAL. Pero si resulta interesante para el hombre, en la naturaleza los encinares forman un ecosistema única y difícil de reemplazar, en el que convive una fauna delicada que encuentra refugio entre sus amplias y densas copas, anida en sus numerosos huecos y encuentra alimento en el sotobosque que le acompaña.

Algunos de los numerosos animales que existen en estos espacios (porque lo de verlos a veces no es tan fácil) son jabalíes, zorros, tejones, ginetas, lirones, milanos, águila imperial, conejos, cárabos, búho chico búho real, y un largo etcétera, al que hay que añadir una interesante variedad de ofidios reptiles y hongos además de una amplia representación de especies arbustivas que sobreviven bajo la potente sombra de este árbol. No hay que olvidar tampoco que es lugar de alimentación tanto del buitre negro como del leonado.

Las hojas de la encina están preparadas para soportar el calorLas hojas de la encina están preparadas para soportar el calor - Foto: VICENTE GARCÍASu importancia queda patente ante la protección de zonas de encinares, algunas de ellas en la provincia abulense, e incluso cerca de la ciudad. Por mencionar alguna, los encinares del Adaja y Voltoya y los de la Sierra de Ávila que forman parte de la Red Natura 2000 y están protegidos como ZEC (Zona de Especial Conservación) y ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves), respectivamente. Algo similar ocurre con la edad y tamaño de algunas de las encinas abulenses que superan en muchas ocasiones los 600 años y tienen perímetros superiores a los 5 metros, por lo que han sido declaradas por la Junta de Castilla y León como árboles singulares. Una de las que posee mayor grosor es la denominada «encina gorda» de la localidad abulense de Chamartín que supera los 6 metros de circunferencia... (Reportaje completo en la edición en papel y digital).

PARA LEER SOBRE BOSQUES: 

Carlos de Hita, de la mano de Anaya Touring y sus guías de viaje nos introduce en los bosques de España con un concepto atractivo y novedoso a la vez y en el que la provincia abulense también tiene su protagonismo de forma muy especial con los bosquetes gredenses.

En este libro de formato apaisado «el bosque se cuenta a sí mismo a través de sus sonidos». El recorrido por algunos de los mejores espacios naturales de nuestro país no termina en sus páginas, ya que posee enlaces multimedia mediante códigos QR que el lector puede escanear con su tableta o móvil y escuchar los relatos sonoros de las imágenes y el texto de cualquier página del libro.

El resultado es un excelente recorrido visual y auditivo por la diversidad forestal de nuestro país, a todas las horas del día o de la noche, a lo largo de las cuatro estaciones».

En este libro de Carlos de Hita podremos escuchar los sonidos del bosqueEn este libro de Carlos de Hita podremos escuchar los sonidos del bosque - Foto: Anaya touringLas imágenes, relatos y sonidos de esta obra nos transportarán a numerosos puntos de nuestra geografía peninsular y nos permitirá introducirnos de una forma mucho más profunda en bosques de niebla y laurisilva canarios, o en los bosques y hayedos cántabros, los encinares y pinares de la España Central o los que colonizan las extensas dunas de Doñana, escuchando simultáneamente el sonido de las tormentas, el canto de los pájaros, las llamadas de urogallos y búhos o el impactante aullido del lobo durante la noche.

Carlos de Hita es especialista en la grabación del sonido de la naturaleza y el paisaje sonoro, autor de numerosas guías de viaje por el entorno natural.

 

www.guiasdeviajeanaya.es