Agentes de la Comisaría Provincial de Ávila, pertenecientes a la Brigada Provincial de Policía Judicial han conseguido identificar a tres personas, que conforman un grupo criminal itinerante que actuó en nuestra capital el pasado mes de diciembre.

Según informa la Comisaría provincial de Ávila, los hechos sucedieron a las 13:00 horas del pasado siete de diciembre, cuando un hombre realizó una operación bancaria de retirada en efectivo por un importe superior a 2.000 euros de su cuenta corriente.

Posteriormente se dirigió al parking situado en la plaza de Santa Teresa para recoger su vehículo, momento en el que se le acercó un varón diciéndole que tenía el abrigo manchado por la espalda, y que sería aconsejable quitárselo para no ensuciar el interior del coche. Al no resultarle sospechoso el consejo recibido por parte de esta persona, se lo quitó y lo colocó en el asiento del copiloto. Una vez en el interior del vehículo, y cuando se disponía a iniciar la marcha, la misma persona le hizo gestos para que se detuviera y recogiera unos billetes que se le habían caído al suelo al quitarse el abrigo, apeándose del coche para recogerlos, momento en el que otro de los miembros de este grupo criminal, aprovecho para sustraerle el abrigo que se había quitado llevándose consigo el dinero que había retirado en la sucursal bancaria.

Una vez llevadas a cabo las gestiones de investigación, se llegó a tener los indicios suficientes para acreditar la autoría a dos hombres y una mujer, quienes habían vertido un producto por la espalda a la víctima, para llevar a cabo su propósito, indican las mismas fuentes policiales, que añaden que «con los datos obtenidos sobre las características físicas de los autores, los miembros de la Brigada Provincial de Policía Judicial realizaron las pesquisas necesarias hasta conseguir identificar a los autores del hecho».

Esta modalidad de hurto es conocida como 'La Siembra' donde bandas organizadas por varios individuos, compuestas por hombres y mujeres se reparten los roles en sus acciones. Previamente buscan a su víctima cuando estas se encuentran en oficinas bancarias, zonas comerciales, aparcamientos grandes o similares. Suelen ir bien vestidos, al objeto de no llamar la atención y no sembrar sospechas en la víctima.

Modus operandi. Para iniciar los hechos, unos de los componentes del grupo, accede al interior del establecimiento elegido para observar y marcar a la persona elegida, vigilando si extrae una cantidad grande de dinero o el número pinde la tarjeta.

Acto seguido siguen a la víctima hasta el aparcamiento de su vehículo donde, una vez que consiguen que coloque sus pertenencias en el asiento del copiloto, uno ellos lanza al suelo billetes o monedas, advirtiendo a la víctima que se le han caído. Así de este modo captan su atención y le mantiene distraído mientras otro de los componentes del grupo sustrae los efectos de valor que se encuentran en el interior del vehículo, huyendo rápidamente del lugar.

El modus operandi también es similar en cajeros automáticos, buscando la distracción de la víctimas arrojando algo al suelo, mientras le quitan la tarjeta o el dinero, aprovechan esos segundo en los que se agachan a recoger lo que supuestamente se les ha caído.