El escultor Javier de Benito, madrileño vinculado a Ávila por su participación en la Cátedra Francisco de Goya que se celebraba hace unos años en el Palacio los Serrano de la Fundación Ávila –fue uno de sus alumnos en el verano de 2010 con excelente aprovechamiento en el taller de escultura que impartía Francisco López, donde se le concedió un ‘sobresaliente’– inauguró este jueves en ese mismo espacio cultural abulense una exposición de piezas a través de las cuales, fusionando con mucho acierto su excelente hacer con el volumen y una originalidad que siempre se agradece, realiza un homenaje al mundo del clasicismo, remontándose hasta la Grecia de Pericles.
Para esta exposición, a la que ha titulado ‘Sincrónicos’, Javier de Benito ha seleccionado una treintena larga de piezas de diferentes tamaños (la más grande de dos metros de altura, las más pequeñas de 15x30 centímetros), la mayor parte de ellas realizadas en bronce, aunque también se cuentan algunas construidas en escayola y en terracota.
Sus referentes a la hora de realizar esas piezas, explicó el artista, son esencialmente el griego Fidias (recrea la cabeza de caballo que aquel genio realizó para el Partenón), «el gran Miguel Ángel, que es el que más me gusta y al que considero un referente universal de la escultura», o Bernini, ‘monstruos’ inmortales de la historia del arte tridimensional a los que se suman otros que en principio poco tienen que ver en estilo como Oteiza, para formar en este ‘Sincrónicos’ «un totum revolutum que creo que resulta coherente».
Todas las piezas de bronce, explicó Javier de Benito, «han sido fundidas en mi taller», partiendo siempre de modelos de barro «a los que luego llevé al metal siguiendo dos procesos; por un lado para hacer piezas siguiendo el sistema tradicional para recrear las formas reales, y por otro siguiendo lo que denomino una catástrofe», que en esencia es un camino de creación para nada deudor del realismo exacto «que creo que aporta frescura al producto final al aportar un punto de aleatoriedad».
El resultado, que puede comprobar el espectador en esta exposición que invita a ser mirada con calma, dejándose llevar por el disfrute estético más puro, son por un lado piezas «que podrían denominarse como de un estilo figurativo más puro», muy fieles a las líneas del realismo aunque se llegue a ellas por veredas poco transitadas, y por otra «obras un poco más abstractas, pero cuyas formas también se intuyen o se reconocen perfectamente». Esa interesante oferta, que tiene algo de viaje al pasado del arte porque la recreación tiene tanto de homenaje a esos maestros admirados como de aportación nueva que siendo muy rica no traiciona el espíritu original, la ha preparado Javier de Benito «con mucha ilusión y ganas, porque siempre es una gran satisfacción exponer, más en estos tiempos que para los artistas que siempre vivimos en precario son especialmente difíciles, y especialmente lo es hacerlo en un espacio tan magnífico como es el Palacio los Serrano, que además me trae muchos recuerdos».
Dolores Ruiz-Ayúcar, presidenta de la Fundación Ávila, mostró su alegría por «poder seguir cumpliendo con nuestros objetivos y ofreciendo exposiciones como esta, con total seguridad», mientras que Miguel Ángel Espí, comisario de la muestra, destacó «la apuesta por los artistas jóvenes», en este caso por un creador que «crea un interesante diálogo entre los modelos clásicos y su interpretación moderna».
La exposición podrá visitarse en el espacio cultural de la Fundación Ávila hasta el día 20 de marzo, de lunes a sábado de 11,00 a 13,30 y de 18,00 a 20,00 horas.
Javier de Benito, que obtuvo el primer premio de Escultura 2009 en la Feria de Arte Independiente de Madrid, ha realizado esculturas para la se de la ONU en la ciudad de Nueva York y para los premios Women Together, entre otros destinos, y ha donado obra al Fondo del Ayuntamiento de Madrid.