La fuerza interior de la pintura

D. Casillas
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José Luis Pérez Santiago inaugura el año expositivo en el Palacio los Serrano de Fundación Ávila con una muestra de óleos en los que explora las posibilidades expresivas de espacios tanto monumentales como íntimos

La fuerza interior de la pintura - Foto: David Castro

Inauguró este jueves la Fundación Ávila su año expositivo en el Palacio los Serrano con una muestra del artista gallego José Luis Pérez Santiago –Ferrol, 1978–, licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid que completó su formación académica, y ese aprendizaje posterior se deja notar sensiblemente en el resultado de su obra, en talleres de artistas tan destacados como Antonio López, Guillermo Pérez Villalta o Isidoro Valcárcel Medina.

Conforman la muestra, de recomendable visita para cualquier amante de la pintura, un conjunto de óleos –tanto sobre lienzo como sobre tabla– en los que su autor demuestra un notable dominio del dibujo, de la perspectiva, de las profundidades y del oficio en su conjunto, obras que pueden dividirse en dos bloques perfectamente conectados y que de alguna manera ayudan a entenderse mejor uno a otro. 

Por un lado están las pinturas de mayor tamaño, realizadas en espacios monumentales que son 'templos' del arte y en las cuales se deleita en el orden que se le supone a esos lugares consagrados al arte plástico y en la profusión de detalles. Por otro están las pinturas más pequeñas, imágenes 'robadas' de rincones en principio menos solemnes pero igualmente inspiradores en las que reina un bendito caos formal que rezuma vida y humanidad… y en alguna de las cuales se deja llevar por un minimalismo para nada acusable de pobreza expresiva, quizás todo lo contrario.

En el acto inaugural de ayer el pintor fue presentado por la presidenta de Fundación Ávila, Dolores Ruiz-Ayúcar, la cual explicó que «inauguramos el programa cultural tras las fiestas de navidad con esta primera exposición, óleos sobre lienzo y sobre tabla de un pintor gallego que practica una pintura que va a gustar muchísimo».

José Luis Pérez Santiago explicó que para esta exposición –que significaba su vuelta «a un espacio que me trae muy buenos recuerdos porque yo estuve aquí varios años en la Cátedra Francisco de Goya, con pintores como Antonio López, José María Mezquita, María Moreno, Guillermo Pérez Villarte, y fueron unas experiencias muy bonitas»–, había seleccionado 26 cuadros de diferentes tamaños (uno de ellos circular) «que tienen como hilo conductor el mundo de los interiores, por un lado arquitectónicos, pero también me interesa el interior de la propia pintura, su construcción, su ejecución, su historia y su percepción», y por eso aunque los referentes sean muy distintos «hay una relación entre todos los cuadros, ciertos juegos, ciertas correspondencias formales de elementos entre ellos, que dan una unidad al conjunto».

La mayoría de los cuadros, añadió, «están pintados in situ, del natural, que es el método que a mí me interesa, porque esa vivencia en el propio espacio tiene una intensidad y algo muy especial que me interesa mucho».

pintura y metapintura. Esa variedad de referentes pintados permite que en la exposición haya al mismo tiempo pintura y metapintura, y eso es así, explicó el pintor, porque «me interesa mucho y me divierte también mucho esa cosa autorreferencial de la pintura dentro de la pintura, y por eso hay alguna broma hecha en serio pero con humor en las relaciones entre los diferentes cuadros».

Los espacios interiores pintados, que tienen que ver con los cuadros de mayor formato, «son lugares más monumentales y solemnes como el Museo del Prado, la iglesia de San Antonio de los Alemanes, que también tiene algo de metapintura porque es una iglesia de planta ovalada que está completamente cubierta de pintura, murales y cuadros, y una sala del Círculo de Bellas Artes».

Por otro lado están, en formato más pequeño, «espacios de mi propio taller y de otros lugares también más o menos relacionados con el mundo de la pintura, más íntimos estos, que forman en la exposición un contraste con los cuadros más grandes».

La exposición, que estará abierta al público hasta el día 18 de febrero, puede visitarse de lunes a sábado de 11,00 a 13,30 y de 18,00 a 20,00 horas.