Uno de los principales focos de atracción que estos días ofrece Ávila en el centro de la ciudad es su Feria de Artesanía que, situada en el paseo del Rastro, sigue presentándose con sus inconfundibles carpas blancas y esa sombra que tan apetecible es estos días.

Desde su inauguración, más allá de algún percance, los abulenses han podido disfrutar de todas las propuestas que hay en esta feria y que están marcadas por la calidad que ofrecen los productos y el hecho de estar realizados de forma artesanal. Esto es lo que proponen los alrededor de 40 artesanos que forman la feria y que lo hacen en representación de cinco comunidades autónomas como es el caso de Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Navarra y Madrid, además de un representante de Francia. Tampoco se puede olvidar la presencia abulense y, en concreto de la provincia, con los mejores trabajos llegados desde Arenas de San Pedro, Poyales del Hoyo, Casavieja y San Juan de la Nava.

Sus propuestas son las que han encontrado los visitantes de la XXXVIIIFeria de Artesanía de Ávila, que está a punto de cerrar sus puertas, lo que sucederá este martes. Por eso es un buen momento para poder ir haciendo balance de lo que ha supuesto para los artesanos una nueva edición de esta cita.

La valoración llega desde Miguel Ángel Tapia, presidente de Foacal, que se encarga de la organización junto al Ayuntamiento de Ávila. Explica que una vez que ha pasado el ecuador ya que el día 23 cerrarán las puertas se puede decir que «los artesanos están contentos». 

Asegura que seleccionar Ávila para una feria de verano tiene la experiencia de años anteriores, lo que ayuda a que decidan repetir los artesanos. Es cierto, reflexiona, que la expectativa que se había creado este año era estar en la plaza del Mercado Grande teniendo en cuenta que habían tenido más solicitudes pero con el arreglo de la plaza la «intención es que para el año que viene es crear más puestos de venta».

Este año no ha podido ser pero para el próximo ya se está pensando en volver y hacerlo además «con otro aire de feria».

Se refiere además que el fin de semana anterior tuvieron la incidencia del aire, que les llevó a tener unas horas cerrados, sobre todo «por seguridad», pero más allá de eso no hay aspectos negativos porque «la ilusión de los artesanos todos los años está». Lo está en estas feria de verano y en el circuito que organizan, motivo por «el que los artesanos están trabajando prácticamente durante todo el invierno para tener un producto y un tipo de colección que, dentro de sus trabajos, seleccionan para cada ciudad».

Así se ha hecho en Ávila con las propuestas de cerámica, papel, cuero, joyería o elementos ornamentales, entre otros, y parte de los cuales ahora están en las casas de los abulenses o sirven de recuerdo para los turistas que han estado en la ciudad.