Han pasado más de 80 años desde los asesinatos de varios vecinos de Tornadizos de Ávila en el paraje de Casares, durante la Guerra Civil entre los años 1936 y 1939, pero su recuerdo siempre ha seguido muy vivo, especialmente entre sus familiares. Un tiempo que les ha dada fuerzas para organizar un sentido homenaje en su memoria que este sábado se plasmó en dos actos, el primero celebrado en la sala polivalente del Ayuntamiento con presencia de familiares de las víctimas y representantes municipales, y el segundo en el paraje donde fueron fusilados cinco de ellos el 29 de septiembre de 1936, donde se descubrió una placa con sus nombres para su recuerdo y donde no faltaron alguna antigua fotografía y la bandera de la República.

Arturo Martín Grande, Saturio Ajates San Segundo, Isaías del Pozo del Nogal, Florencio Moreno de la Purificación y Félix Sánchez García, son esos cinco represaliados en los acontecimientos ocurridos en el paraje de Casares, pero no los únicos, pues la placa conmemorativa también recoge los nombres de Cándido Martín Garcimartín, asesinado el 7 de agosto de 1936; Eleuterio Morales Pacho (30 de septiembre de 1936) y Valentín Martín Garcimartín (10 de noviembre de 1939).

Entre los familiares de los represaliados asistentes a estos emotivos actos se encontraba Javier Moya García, bisnieto de Saturio Ajates San Segundo, quien explicó que este homenaje «es algo que llevábamos tiempo organizando los familiares que considerábamos que hacía falta algo así y la verdad es que nos ha desbordado, porque inicialmente se planteó como algo íntimo y hemos visto que había mucha gente venida de muchas partes y da alegría».

Homenaje a los represaliados en el paraje de CasaresEn enero se presentó un escrito en el Ayuntamiento de Tornadizos de reconocimiento a la memoria de estas personas, que fue aprobado, pero, como apuntó Moya, «antes de eso no se había hecho nada, porque en las familias había mucho miedo y no se hablaba de esas cosas. Todo el mundo sabía lo ocurrido en el pueblo, pero se dejó correr, y fue a raíz de leer el libro sobre Albino Garrido San Juan, escrito por Luis Garrido Muñoz, cuando nos pudimos poner en contacto los familiares y comenzamos a organizar este homenaje».

Recuerda que su abuela «comenzó a hablar sobre lo ocurrido cuando era ya más mayor y vio que las cosas se podía hablar con cierta libertad», aunque «tampoco era un tema sobre el que le gustara volver, pero recuerdo haber oído cómo fue el secretario del Ayuntamiento el que les delató, cómo le sacaron de su casa y que incluso, en el caso de mi bisabuelo, le avisaron de que se fuera del pueblo porque iban a venir a por él, pero entendía que no había hecho nada malo y no lo hizo».

Por su parte, Honorio García, familiar de Cándido Martín, quiso resaltar que «el Ayuntamiento de Tornadizos se ha volcado con nosotros y es importante lo que han hecho porque son cuatro concejales del PP y tres del PSOE, y hasta en tres ocasiones han votado de forma unánime para apoyar lo que los familiares estábamos pidiendo».