El Banco de Alimentos atendió el año pasado en Ávila las necesidades de 5.785 personas. Una cifra que sigue creciendo y que supone un incremento del 10 por ciento respecto a los usuarios contabilizados en 2021. 

La actividad, pues, no cesa en ningún momento en una ONG que el año pasado distribuyó un total de 472.508 kilos de alimentos a distintas instituciones y centros asistenciales, lo que representa un incremento del 6 por ciento respecto a 2021.

«En el presente año se está observando un aumento considerable de familias que acuden a las instituciones solicitando ayuda  y a las que no podemos dejar de atender, a pesar de que, los estantes de nuestro almacén se encuentran prácticamente vacíos tras el incremento de usuarios que la actual situación inflacionista está generando», expone Fernando Gutiérrez, presidente del Banco de Alimentos, que anuncia que «seguiremos trabajando para conseguir atender el mayor número de familias posible».

A la hora de hacer balance de la actividad de 2022 en su sede, Gutiérrez también quiere destacar las subvenciones recibidas por el Ayuntamiento de Ávila, la Diputación Provincial yCaixabank. «Subvenciones», recalca, «con las que esperamos poder contar en el  año actual, así como las donaciones recibidas de empresas y particulares,  y que en conjunto han ascendido a la cantidad de 62.375 euros, importe destinado íntegramente a la compra de alimentos por más de 65.000 euros». En esa cantidad, por cierto, estaría incluido lo recaudado en la Gran Recogida, una fecha clave para el Banco de Alimentos.

«Desde el Banco de Alimentos de Ávila, queremos expresar nuestro sincero agradecimiento a toda la población de Ávila  y provincia por la solidaridad demostrada en todas y cada una de las actividades efectuadas durante el pasado año, con el único objetivo de obtener el mayor número de productos alimenticios y de otra índole con los que poder  atender las necesidades básicas de las familias necesitadas». 

 Según Gutiérrez, «a pesar de seguir arrastrando las secuelas de la pandemia, a lo que añadimos la guerra desatada en Ucrania, y en el marco de una crisis inflacionaria  que actualmente atravesamos, la solidaridad sigue estando presente».

Menos aceite y leche. Una solidaridad, por cierto, que será más necesaria que nunca este año, ya que, como adelanta para Diario de Ávila el principal responsable de la ONG, esperan que vaya a ser conflictivo.

La razón, nos explica, se encuentra en Europa. «Nos han anunciado ya que este año no nos va a llegar ni leche ni aceite dentro de las ayudas que nos llegan de Europa y que nosotros distribuimos en dos fases», alerta Gutiérrez.

«Nos han comunicado que este año sólo nos van a enviar 22.000 kilos de alimentos, cuando lo habitual es que llegue el doble o incluso más», expone el presidente de la entidad sin ánimo de lucro. «Así que, que nos expliquen cómo van a guisar las familias, o cómo van a preparar sus desayunos», se enfada Gutiérrez.

Un enfado que se atenúa en parte cuando recuerda la generosidad de los abulenses, cuya ayuda vuelve a demandar para cubrir esas concretas necesidades en los estantes de su almacén.

Y no tiene duda tampoco a la hora de asegurar que el Banco de Alimentos de Ávila está en la actualidad moviéndose a todos los niveles para tratar de encontrar donaciones de empresas que puedan contrarrestar esa disminución de kilogramos en los envíos de alimentos procedentes de las ayudas europeas.