El turismo rural abulense ya puede dar por cerrado el año 2022 pues este miércoles el Instituto Nacional de Estadística publicaba los datos del último mes. Ávila sumó durante los 12 meses del año pasado un total de 125.248 viajeros que pernoctaron en 331.980 ocasiones.

Esos son los datos que, comparándolos con los de un 2021 aún marcado por ciertas restricciones derivadas de la pandemia, arrojan un saldo positivo, y casi lógico, para el 2022. Un año atrás fueron 90.825 viajeros y 272.575 sus estancias lo que significa que en el último año la provincia y el sector recuperan casi un 38% de los viajeros y un 21,8% de las pernoctaciones. Son 34.423 más las primeras y 59.405, las segundas. Es importante destacar aquí que como es habitual el turista español marca el destino de este sector tan arraigado a Ávila pues supone el 97,5% del total de viajeros y el 96,5% de las estancias dejando los porcentajes  en el 2,5 y el 3,5 respectivamente para los extranjeros. Son pocos los que nos llegan desde fuera de la frontera española, pero también es importante ensalzar que son mucho más que hace un año.

Viajeros nacionales ganamos 32.569, un 36,4% y pernoctaciones suyas son ahora un 20,2% más que en 2021 (53.722). Ahora bien extranjeros que optaron por el turismo rural abulense son 1.856 más (un 146%) y sus pernoctaciones se duplican respecto a 2021 con 5.683 más. 

Esto respecto al año inmediatamente anterior al que acabamos de cerrar pero si nos fijamos en el año previo a la pandemia aún queda terreno por recuperar porque nos faltan 8.419 viajeros (el 6,3% de los 133.667 que registramos en 2019) y son 999 pernoctaciones menos, apenas un 0,3% de las  332.979 del año anterior a la covid-19.

El saldo es negativo, pero podemos hacer una salvedad y es que pernoctaciones de turistas nacionales lo cierto es que hemos tenido más en 2022 que en el 2019, concretamente 3.636 más que las 317.036 de 2019, un 1%. Ahora bien, aunque no sean mayoritarias las extranjeras se echan de menos bastantes, en concreto las 15.943 de 2019 son 4.625 menos que las que hubo en 2022, un 29% menos y no matizan las pérdidas finales.

Todo esto llega después de registrar un mes de diciembre que no ha sido bueno en general. De hecho ha sido peor que ese mismo mes de 2021 y también que el de 2019.