El comité de empresa de Nissan ha pedido a los trabajadores de la planta "colaboración cero" con la empresa a la hora de realizar horas extra o cambios en el calendario de los ERTE para intentar que la dirección "vuelva a sentarse a la mesa de negociación" del convenio colectivo, después de que las conversaciones se dieran por "rotas" por parte de Nissan la semana pasada, según el comité, cuando ofreció la que presentó como "la última oferta" y ésta no fue aceptada. El presidente del comité de empresa, Felipe González, señaló que tras estas primeras "medidas de presión en el ámbito interno", entre las que también podría haber alguna protesta, no descartan "medidas más severas" si la situación sigue sin avanzar.
Felipe González realizó estas declaraciones minutos antes del inicio de la primera asamblea de trabajadores convocada para este jueves en el auditorio de San Francisco. En la primera reunión, celebrada con un centenar de empleados, los representantes sindicales expusieron la situación actual en torno al plan industrial, que el comité defiende que sigue sin cumplirse, y a las negociaciones del convenio colectivo. La semana pasada se celebró la última reunión y la última oferta de la empresa, según la versión del comité, "no llega ni a la actualización del IPC" de los años 2021 y 2022, con lo que "no se garantiza el mantenimiento del poder adquisitivo" de la plantilla y "no se va a aceptar". En este sentido, el presidente del comité apuntó que "teniendo en cuenta que en 2018 (cuando se empezó a aplicar el último convenio, todavía vigente, ligado al plan industrial) hubo trabajadores con una pérdida de poder adquisitivo del 23% por la bajada salarial" y que no se asume la subida del IPC de los años 2021 y 2022, "habría trabajadores que en cuatro años estarían perdiendo un tercio de su salario y eso no se puede asumir", destacó.
El comité de empresa de Nissan también reprochó la postura de la dirección plasmada en el comunicado enviado esta semana, al haber vuelto a "responsabilizar de la situación a los trabajadores de la planta cuando la realidad es que quien tienen que traer las cargas de trabajo y sacar la fábrica adelante es la compañía". En este sentido, aseguró que "si se hubieran traído las cargas de trabajo y los proyectos de Renault comprometidos, no se habrían visto afectadas las producciones", dijo en referencia al anuncio de que la producción se reducirá prácticamente a la mitad de lo esperado en el año fiscal que está a punto de terminar. Además, recuerdan que en cuatro años "no han cambiado las condiciones sociales" y que en los últimos meses la empresa ha venido hablando de "beneficios" y de que la situación "va bien", de ahí que ahora no entiendan "por qué ahora se pone entredicho de nuevo la planta", al hablar de la necesidad de firmar un convenio ya para "no comprometer la competitividad y el futuro de la fábrica".