Recién salido de la imprenta de editorial crítica (Planeta), la última obra de Joaquín Araújo hace reflexionar al lector sobre uno de los elementos esenciales para la vida, el agua.

Como nos comenta el autor, "el agua participa en todos los acontecimientos biológicos y en buena parte de los geográficos".

Muchas son las andanzas, historias, documentales, programas radiofónicos y libros de Joaquín (éste es el 114) en los que el agua, de una u otra forma, está presente bien de manera directa o en la esencia misma del papel escrito en el que también el agua ha sido parte de su semblanza desde que naciera como aprendiz de árbol hasta convertirse en celulosa prensada donde plasmar después las palabras.

Joaquín compensa su huella de carbono y trata de devolver a la Natura su 'arrebato editorial' sembrando árboles; ha plantado tantos como días ha vivido, unos 26.500; ¿se imaginan los lectores si todos hiciéramos algo similar?

En esta 'de momento' última obra, porque es un autor enormemente prolífico, nos ofrece una visión profunda de Aagua, con una A mayúscula delante que hace al lector detenerse un instante y le incita a reflexionar sobre su importancia.

Nos anima también a visitar en algún momento los manantiales que son el origen de los ríos y de la vida misma, y a reflexionar sosegadamente junto a ellos, contemplando el fluir lento del comienzo de infinitas historias, incluida la nuestra misma.

Todo el ciclo del agua se ve reflejado en las palabras impresas en esta obra: los rostros del agua, las tormentas, la lluvia, la nieve y el hielo, e incluso "las lágrimas de nuestros ojos pueden convertirse en el más cercano y transparente manantial", como nos ilustra en alguno de los párrafos.

Aguas en las entrañas, la mar océana, el poder de la fertilización del líquido vital son abordados de forma poética y a la vez filosófica, a medida que leemos las páginas, pero también se posiciona con una crítica al despilfarro, a la contaminación, al uso y abuso de determinadas industrias y a los vertidos que matan lo que da la vida, así como la falta de depuración de nuestros cauces cada vez más muertos.

Dedica también un espacio a los calendarios del Aagua en el que mediante una prosa poética que engancha, da un repaso a los meses del año y su relación con líquido vital.

El panorama actual del agua, las sequías persistentes y las precipitaciones masivas en poco espacio de tiempo, el derretimiento de ambos polos y los glaciares de montaña, el ahorro... pero también critica la privatización a la que denomina 'la definitiva torpeza'. Por otra parte nos desvela alguna de sus experiencias íntimas con el agua y diversas anécdotas como cuando estuvo de pequeño a punto de ahogarse en una alberca, porque no sabía flotar, para después conseguir buenos triunfos nadando en competiciones nacionales a una edad más adulta.

Tengo el privilegio de conocer a Joaquín Araújo desde hace más de 35 años y haber compartido con él varios eventos; y a pesar de ser uno de los hombres más influyentes de España, de poseer incontables premios medioambientales, ser comisario y autor de más de 30 exposiciones, director y/o guionista de 340 documentales, haber emitido unos 5.000 programas de radio, dar más de 2.500 conferencias, o ser el primer español premiado con el Global 500 de la ONU, y el único español que ha recibido por dos veces el Premio Nacional de Medio Ambiente, siempre ha sido una persona muy cercana, sencilla y amable, además de comprometida ambientalmente de forma tremendamente activa; fundador y colaborador de numerosas organizaciones ambientales, se multiplica de forma casi milagrosa para asistir, sin pedir nada a cambio a cuantos acontecimientos de defensa y divulgación ambiental fuere requerido, como hace en Ávila, ya hace un montón de años, desde el inicio de la Semana de Cine Ecológico, que fue pionera en España y una de las más importantes a nivel nacional, hasta hace muy poco, cuando nos ha deleitado con varias conferencias apoyando a las plataformas contra las minas, y pidiendo que no se esquilmen nuestras tierras.

Y es que todo forma parte del ciclo de la vida, porque también las minas a cielo abierto de este tipo afectan al Aagua contaminándola y privándola de su propia esencia, porque como dice el Maestro: "Somos agua que piensa". Aunque algunos parecen no pensar, por lo tanto no saben que son agua. :-(