Galeano agradece a Defensa su apoyo en la prevención de fuegos

M.E
-

Tras 51 días de despliegue la Brigada 'Guadarrama' XII de El Goloso (Madrid) concluyó el 15 de septiembre con éxito su misión de vigilancia en el Valle del Tiétar

Galeano agradece a Defensa su apoyo en la prevención de fuegos

El subdelegado de Gobierno en Ávila, Fernando Galeano, agradece la labor en la lucha contra el fuego en la provincia de Ávila al Ministerio de Defensa, en concreto a la Brigada 'Guadarrama' XII de El Goloso (Madrid), que estableció su puesto de mando en la localidad de Sotillo de la Adrada desde el 29 de julio para el apoyo en vigilancia y observación con la finalidad de prevenir incendios en áreas específicas, en particular en el Valle del Tiétar.

Esta brigada, que finalizó su misión el pasado 15 de septiembre y estuvo integrada por más de un centenar de profesionales, se estructuró en patrullas, diurnas y nocturnas, para la realización del cometido de vigilancia y observación de posibles incendios en la zona asignada. Durante el arco diurno se desplegaban tres patrullas y durante el nocturno dos, y como norma general las patrullas se componían de 4 militares y un vehículo con medios de observación y enlace directo con la autoridad de extinción de incendios de la provincia de Ávila.

Según informó la Subdelegación, durante los 51 días de duración de la misión se realizaron 34.000 kilómetros, con una media de 600 km. por día. Las unidades, compuestas por 20 militares y 6 vehículos, se desplegaban en periodos de 15 días, siendo relevadas por otras de igual entidad. Estas procedieron de la Brigada 'Guadarrama' XII, siendo el Grupo de Caballería 'Villaviciosa' II/61, el Batallón de Infantería Mecanizado 'Covadonga' I/31, el Batallón de Infantería Protegido 'Uad-Ras' II/31 y el Batallón de Carros de Combate 'León' I/61. El total de militares desplegado durante este periodo fue de 111, de los cuales 101 eran hombres y 10, mujeres.

El resultado de esta activación resultó "muy positivo" a juicio de la Subdelegación, no en vano se veló por la seguridad de los montes y las personas y se detectaron diversos conatos que fueron rápidamente informados y no llegaron a convertirse en incendios. Todo ello en un verano especialmente caluroso y seco que dejó numerosos incendios en la provincia de Ávila, varios de ellos de importante entidad y consecuencias para el medio natural.