Y llegamos a la jornada 30...

A.S.G.
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En el Real Ávila marcaban este momento como la 'fecha' en la que valorar la situación en la clasificación. El total y absoluto derrumbe del equipo ante La Virgen del Camino deja al club anímicamente muy tocado

Y llegamos a la jornada 30... - Foto: David Castro

Llegó la jornada 30ª, aquella a la que dentro del club todos miraban como el momento en el que sacar conclusiones, aquella que el entrenador y jugadores ponían como fecha para comenzar a mirar la clasificación y comprobar si el equipo que se construyó el pasado verano estaba en disposición verdaderamente de pelear por los playoffs... Y en la jornada 30ª el equipo se derrumbó.

Hacía tiempo que ya ni el oficio, el carácter o el fútbol lo sostenían. Ahora tampoco lo hace la actitud, el último reducto al que esperaba poder agarrarse un club que, perdido el objetivo y el aliciente de los playoffs, consideraba que el escudo, la camiseta, el estadio y la afición fueran motor suficiente, al menos en casa, para mover al equipo. Pero ni por esas. Los leoneses se llevaron los tres puntos de un Adolfo Suárez poco acostumbrado a pitar a sus jugadores pero que en esta ocasión abroncó a los suyos, carentes de la tensión propia de un partido que los de Sergio González ‘Nanín’ se llevaron con un gol «de chiste» como dejó bien claro JonathanPrado, entrenador en un vestuario en el que, con el paso de las jornadas, han pasado a estar todos señalados. «Ha sido lamentable» reconocen desde dentro del Adolfo Suárez, visiblemente molestos por lo ocurrido este domingo. Nadie tiene explicación aunque se veía venir.

Venían tocados los ánimos en un club que ya hizo evidente el malestar con la plantilla tras el empate ante el Mirandés B la semana pasada. «Cómo nos gusta ponernos el traje de gala y cómo nos quitamos de en medio cuando hay que ponerse el mono de trabajo.Lamentable» señaló entonces por redes sociales Carlos González, director deportivo del Real Ávila. Esta vez no hubo mensaje, aunque la sensación volvió a ser similar en un club al que las alegrías se le siguen negando en la parcela deportiva.

Cuatro proyectos, cuatro desilusiones. En la 2016-17, con Jimeno al frente, el equipo finalizaba séptimo y a 22 puntos de la cuarta posición. En décima posición, y de nuevo a 22 puntos de distancia, finalizó en la 2017-18 en el año de César Jiménez y Miguel Ángel Miñambres.  Mejoró la propuesta en la 2018-19 en el primer año de Jonathan Prado. Sextos a 12 puntos de distancia de los playoffs. Cómo finalice el presente curso en la clasificación –ahora son octavos a 13 de distancia– ha pasado a ser en estos momentos una anécdota. Había calidad para pelear por los puestos de playoffs, como demostraron los duelos ante la Segoviana, Astorga,Numancia B, Zamora o Arandina en casa, pero faltaron otras cosas. Demasiadas. Quedan seis partidos en casa, seis tardes en las que, al menos, devolver el apoyo a la afición. Es lo menos que se puede esperar. Y no es poco.