El 37 por ciento de las consultas médicas que se realizaron el pasado año fueron de forma no presencial, es decir, el contacto entre el médico y el paciente se hizo por teléfono, no en el centro de salud o en domicilio. Los datos de actividad en Atención Primaria de 2021 señalan que en este año se realizaron 1.915.060 consultas a los llamados médicos de familia, de las cuales 1.200.751 fueron en los centros de salud mientras que 9.503 se realizaron en los propios domicilios de los pacientes. Esto quiere decir que de forma presencial, en el centro o en las casas, se llevaron a cabo 1.210.254 atenciones médicas, algo más de un 63 por ciento.

Estos datos vienen a explicar una realidad que parece que se ha impuesto en nuestras vidas y que es una de las muchas consecuencias de la pandemia sanitaria de la covid-19. Fue con ella cuando empezaron a realizarse consultas con los profesionales sanitarios a través del teléfono y en el pasado año, el primero completo de pandemia, ya se ve que suponen un porcentaje importante, aunque según los datos proporcionados, no mayoritario en la atención. Además parece que es algo que ha venido para quedarse.

Respecto al número total de consultas, si se compara con 2019, el año prepandemia, la actividad total de consultas y atención domiciliaria en medicina general fue mucho menor entonces ya que superó por poco el 1,2 millones de citas, lo que quiere decir que en el último año la actividad en los centros de salud fue mayor.

El 37% de las consultas médicas de 2021, no presencialesObservando los datos por centros de salud, se ve que durante 2021 donde más consultas se produjeron fue en el de Arévalo, con casi 180.000, mientras que la situación contraria se dio en el centro de salud de Muñico, rozando las 18.000. Evidentemente esto se relaciona con la población que hay en cada zona básica de salud.

Respecto al uso del recurso de la llamada telefónica para atender a los pacientes, donde más uso hubo fue en el centro de salud de Cebreros, con un 42,29 por ciento. La situación contraria se da en el centro Ávila Rural, en el que no se llega ni al once por ciento. De forma general, en los centros de salud que atienden a la población en la capital el porcentaje está en todos por encima del 40 por ciento mientras que en el caso de la provincia, aunque hay más diferencias, los porcentajes suelen ser algo menores. Así, además de en el Ávila Rural, en Fontiveros se está por debajo del 30 por ciento.

En el caso de enfermería, según la información proporcionada desde Atención Primaria de Ávila, se produjeron el pasado año 675.018 consultas, la mayoría de ellas en el propio centro, aunque también hubo cerca de 36.500 en el domicilio.

evolución. Lo que no cambia a pesar de la pandemia es la evolución descendente en el número de tarjetas sanitarias en la provincia de Ávila, lo que conecta directamente con la pérdida de población, sobre todo en el medio rural. El dato de 2021 se situaba en 148.805 tarjetas sanitarias, lo que son 12.223 menos que las 161.028 de 2011. En cada uno de estos diez años ha habido pérdida de tarjetas sanitarias, sin ninguna excepción.

Por centros de salud, el que tiene más pacientes adscritos es el Ávila Estación, con más de 17.000 tarjetas sanitarias mientras que Muñico es donde menos, no llegando a las 1.000. La situación era igual hace diez años atrás en cuanto a donde más y menos pacientes había, aunque lógicamente los datos han ido evolucionando en consonancia a esa pérdida de población.

Pero más que ver donde hay más pacientes es importante conocer la ratio que existe pues eso depende de los profesionales sanitarias adscritos a cada centro de salud. En 2021, la ratio se situó en los médicos de familia en una media de 782 pacientes para atender por cada uno de estos profesionales. A partir de esta media se abre un gran arco que va desde los 1.475 pacientes por médico que alcanzó en centro de salud Ávila Sur Este hasta los 306 que hubo en el de Muñico, lo que da a entender las diferencias que hay. De forma general, se sobrepasan los 1.000 pacientes por médico de Atención Primaria en todos los centros de salud que atienden a la población de la capital, además de en el centro de salud de Candeleda.

El pico que alcanzó un profesional sanitario el pasado año fue de 1.613 pacientes para atender, el más alto, al menos, en los últimos cuatro años, mientras que el mínimo fue de 137 tarjetas.

En el caso de Enfermería la ratio es más alta y la media se sitúa en 827 tarjetas médicas por enfermera. Donde más pacientes hay por profesional, en el Ávila Sur Este, con 1.349, y donde menos, de nuevo Muñico, con 230.

La media en pediatría es de 798 pacientes por cada profesional.

Respecto a la evolución en los últimos años, según el dato que aparece en el portal de Sanidad Castilla y León, en 2020 la ratio en los médico de familia era de 712 pacientes, lo que quiere decir que ha habido incremento en la media en este último año. Sin embargo en enfermería se mantiene más o menos en los mismos números.

Si se mira más atrás, a antes de la pandemia con la cifra de 2019,  la ratio en médicos y enfermeras era de 807 y 844, respectivamente, por lo que aquí sí que hay descenso.