Las 159 víctimas del terrorismo en Castilla y León y sus familias recibieron durante la jornada de ayer un homenaje para preservar su memoria en el día en que se conmemora en la Comunidad su recuerdo y reconocimiento como recoge la ley autonómica, aprobada en septiembre de 2017. Un día en el que, a primera hora, se firmó un protocolo con las cuatro universidades públicas, con medidas de concienciación, investigación y sensibilización, se guardó un minuto de silencio, y ya durante la tarde se procedió a la entrega de quince nuevas medallas a víctimas del terrorismo en Castilla y León, siete de ellas a título póstumo.

Un acto, este último, donde el vicepresidente de la Junta,JuanGarcía-Gallardo, anunció que el Ejecutivo regional facilitará a los familiares de todas las víctimas del terrorismo en la Comunidad la realización de un censo de sepulturas con el que posibilitar la realización de acciones de sensibilización, recuerdo y memoria de todas ellas. En este sentido, comprometió asimismo el apoyo del Gobierno autonómico a las víctimas asegurando que en la Comunidad «no estarán solas» frente a las «tentaciones de blanqueo descreído» del terrorismo de ETA, que aseguró se vive en ciertos sectores de la sociedad española.

Así lo anunció esta tarde el vicepresidente del Gobierno autonómico, Juan García-Gallardo, durante su intervención en el acto de imposición de las 15 nuevas medallas a diferentes víctimas del terrorismo. Allí, García-Gallardo apuntó que el objetivo de la Junta con esta medida no es «recordar solo el pasado» para «no caer en el abuso de la memoria», sino «ensalzar la significación moral de las víctimas» como parte del futuro de Castilla y León que, según el vicepresidente, se debe construir con «el ejemplo de la resistencia y actitud ejemplar de las víctimas», dado que «sobre su sacrificio se construye la libertad de la que disfrutamos cada día».

«Hoy, Castilla y León os abraza y os dice con una sola voz que no estáis solos», continuó manifestando el número dos de la Junta, que aseguró la defensa de las víctimas por parte de la Junta para que «nadie se ampare en la libertad de expresión para humillaros» y para seguir prestando desde la Administración autonómica una asistencia que se comprometió a mejorar, así como actuar como cauce para facilitar la relación de las víctimas con otras administraciones.

En compañía de José Antonio Ortega Lara, a quien Juan García-Gallardo ensalzó por su «valiente ejemplo», el vicepresidente de la Junta reconoció así las condecoraciones como «una manera de compensar, simbólicamente, la enorme deuda de nuestra democracia» con las víctimas, así como una demostración de que «en esta tierra, ninguna víctima estará sola».

El acto comenzó precisamente con la entrega de algunas de las 15 medallas concedidas a diferentes víctimas del terrorismo de Castilla y León como consecuencia de cuatro atentados de la banda terrorista ETA en los años 1981 entre Sestao y Portugalete, 1986 en la plaza República Dominicana de Madrid, 1995 en Pamplona y 2008 en Santoña, así como los dos atentados que en el año 2020 la banda islámica Hezbolá realizó en bases donde se desplegaba la misión española en Irak.