La población del avión común aumenta tras años de declive

J.M.M.
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El estudio realizado por García Ornitólogos contabiliza 694 parejas reproductoras de avión común en Arévalo, treinta y cuatro parejas más que el año pasado

La población del avión común aumenta tras años de declive

Los ornitólogos arevalenses Javier García Sáez y David García López, miembros del grupo local García Ornitólogos, han publicado por séptimo año consecutivo los datos anuales del estudio en el que se hallan inmersos sobre la nidificación del avión común en Arévalo.

Este año se han contabilizado un total de 694 parejas, resultando un 5% parejas más que el pasado 2021, aunque no se han mantenido las mismas ubicaciones de los nidos. 

El grupo de estudios ambientales ha explicado que, «aunque por una parte esta noticia podría parecer positiva, hay que recordar que desde el año en que se comenzó el estudio, la población de avión común en Arévalo ha sufrido un importante descenso superior al 40%».

Tras estos siete años de estudio se han podido sacar algunas conclusiones, como que parte de ese descenso que se ha producido se puede achacar a la destrucción directa e ilegal de los nidos por el hombre. Otra importante conclusión que se ha obtenido es que «en al menos dos edificios donde se han destruido gran cantidad de nidos años atrás, las aves no los han vuelto a construir en los últimos dos años».

Recuerdan que la presencia de estos nidos en los edificios es más beneficiosa que perjudicial para el hombre, «ya que estas aves reducen el número de insectos de forma natural, llegando a consumir cada día 800 insectos y que en peso puede suponer unos 20 kg/año de insectos». Por ello consideran necesaria «una concienciación ciudadana y de compromiso y divulgación por parte de las correspondientes autoridades ambientales y municipales sobre la beneficiosa labor insecticida de los aviones comunes».

También precisan que «la legislación española y la europea protegen a estas aves, sancionando con multas que van desde los 5.001 hasta los 200.000 euros la destrucción de los nidos en época de cría e incluso el Código Penal tipifica su destrucción como delito». Y que existen soluciones en el mercado para proteger los edificios de los excrementos y, en todo caso, «se necesitaría autorización para retirar los nidos, siempre fuera de la época de cría».