A José Antonio Fernández de la Orden (Madrid, 1969) una larga convalecencia en la cama de un hospital le abrió los ojos y decidió romper con la vida que había llevado hasta entonces e iniciar otra, más serena, en el pueblo en el que había sido tan feliz de niño. Así es que hace cinco años se lió la manta a la cabeza y se trasladó a Villanueva de Ávila con Pilar, su pareja. La casa ya la tenían y allí se encontraban a gusto, tanto que más de una vez habían amenazado con quedarse en el pueblo y dejar de acudir allí de paso, como tantos otros, aprovechando los fines de semana, los puentes y las vacaciones. Pero esta vez fue en serio y así lo hicieron. «No es lo mismo ir al pueblo que ser un vecino más», asegura nuestro protagonista de hoy, que puesto a hacer confesiones nos cuenta que todavía están «aprendiendo» a vivir en el pueblo porque allí el tiempo se mide de otra forma, incluso las relaciones personales tienen otros códigos a los que hay que adaptarse. Pero lo más importante es que el balance de esta nueva vida en la tierra de sus ancestros es «muy positivo». Sus perras, su huerta, los cambios que perciben en la naturaleza que es el escenario de su día a día y el bonito proyecto que José Antonio puso en marcha en cuanto llegó a Villanueva de Ávila han contribuido a que, hoy por hoy, vea aquel cambio de vida como todo un acierto.

Cuando pasó a convertirse en vecino de pleno derecho en Villanueva de Ávila, él ya había publicado varias novelas, pero fue allí cuando pudo dedicarle mucho más tiempo a la escritura. «Yo tenía una empresa con mi hermano en Alcalá de Henares con la que nos dedicábamos al cableado estructurado: el cableado para ordenadores, fibra óptica e instalaciones, pero después de toda una vida caí enfermo y pensé que no quería tirar más cable», relata. Y así fue como su producción literaria aumentó.  «Desde pequeño me interesó la literatura, también la música, pero en especial plasmar mis pensamientos e inventar historias en forma de relatos y de novelas, también teatro», explica.  Coincidiendo con su traslado al pueblo y de pasar más tiempo escribiendo se propuso montar una editorial con la que tratar de evitar las las vicisitudes que él mismo había sufrido antes, cuando trataba de publicar sus novelas -tiene nueve- y se encontraba con circunstancias desalentadoras.

¿Qué es lo primero que se le viene a la cabeza sobre Ávila y su provincia?

Su Muralla y su cultura.

¿Qué es lo que más le gusta de Ávila?

Ahora que la estoy empezando a conocer, aparte de su belleza lo que más me ha gustado es cómo nos ha acogido su gente. No nos conocían de nada y se prestaron a escribir en nuestro primer libro solidario, no nos conocían de nada y nos prestaron el Episcopio y el Palacio de los Serrano, ...

¿Y lo que menos?

A lo mejor que no es fácil moverse en transporte público por la provincia. Vivimos en un pueblo y no es fácil llegar a la capital si no dispones de coche. Tampoco hay mucho ambiente nocturno en Ávila. 

Un lugar para perderse.

Mi pueblo, Villanueva de Ávila. Puedo estar en sitios increíbles y enamorarme de ellos, pero yo quiero estar en Villanueva de Ávila.

Un recuerdo de su infancia.

Vuelvo a Villanueva porque es donde más disfruté de niño: viví allí con mi abuelo, jugué muchísimo con mis primas, disfruté tanto que siempre llevo a mi pueblo en el corazón.

Un personaje abulense que le haya marcado.

No puedo responder porque soy alcalaíno, he vivido en Alcalá de Henares y no tengo ningún abulense que me haya marcado. Mentiría si dijera alguno.

El mayor cambio que necesita Ávila y su provincia es...

Es muy difícil que yo pueda responder a esa pregunta porque no soy de aquí, llevo poco tiempo y no he visto la evolución.

Ytiene que mantener...

Su cultura. Veo mucho movimiento cultural, tanto a nivel literario como a otros niveles.

¿Qué le parece la ciudad hoy en día?

Muy bien. Es una ciudad muy bonita con un casco viejo maravilloso donde la gente que conocemos vive muy a gusto. Nosotros estamos empezando ahora a conocer la ciudad. 

¿Cómo ve Ávila en el futuro?

Yo lo quiero ver mejor. El futuro es para prosperar, así que yo espero que la ciudad vaya a mejor.

¿Qué puede aportar a Ávila y su provincia?

Todo lo que yo humildemente pueda aportar con mi literatura personal y, sobre todo, con la editorial 'Mundo libre libros', que ojalá se pueda colgar el letrero de editorial solidaria. Vamos a luchar por eso porque musicalmente ya he colgado las baquetas (risas), aunque si surge siempre se puede dar un concierto. 

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