El Gobierno es consciente de que se avecina un otoño de tensiones laborales ante la pérdida del poder adquisitivo de los empleados como consecuencia de la alta inflación que en julio escaló al 10,7% y, ante esta realidad, ha decidido ponerse del lado de los trabajadores, especialmente de los que perciben unas rentas más bajas.
En este contexto, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, defendió ayer que subir el salario mínimo interprofesional (SMI) «es ahora más necesario que nunca» y exigió al presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, «que se comprometa con su país» para dejar de «bloquear la negociación de los convenios colectivos», expresando así su «apoyo explícito» a las movilizaciones sindicales que se organicen por esta causa.
«Sin ninguna duda, vamos a subir el salario mínimo y lo vamos a hacer más que nunca, porque estamos en una situación de absoluta excepcionalidad política», subrayó.
Díaz saca el arsenal y subirá el salario mínimo "más que nunca" - Foto: Alejandro Martínez VélezFuentes del Ministerio de Trabajo precisaron, además, que con la expresión «más que nunca» la ministra se refirió a la necesidad de aprobar un incremento en la coyuntura actual y no a la magnitud de la misma, que será determinada por el Comité de Expertos.
Vamos a subirel salario mínimo porque estamos en una situación de absoluta excepcionalidad"
En este sentido, la vicepresidenta segunda explicó que en la reunión del próximo 2 de septiembre el Ejecutivo informará al comité de expertos conformado para la subida del SMI que «más allá» de la senda marcada para alcanzar el 60% del salario medio, hay que «ser consciente» de la situación actual.
Revalorización
Ante la realidad económica actual, recordó que el propio Estatuto de los Trabajadores establece que la revalorización periódica del salario base ha de hacerse atendiendo a los niveles de inflación, la participación de las retribuciones en la renta nacional, la productividad y la situación económica del país que, según Díaz, «es de máxima incertidumbre».
A renglón seguido, la titular de Trabajo y líder de Unidas Podemos en el Gobierno de coalición reclamó a Garamendi, máximo representante de los empresarios, «que se comprometa con su país».
«Creo que el señor Garamendi sabe muy bien lo que está pasando en este país y bloquear los convenios colectivos hoy no es una buena receta», reivindicó la política gallega, atendiendo a que, con los actuales niveles de inflación, los trabajadores españoles están perdiendo poder adquisitivo, lo que incrementa las dificultades de los más vulnerables ante contratos precarios, a pesar de haber crecido la cifra de altas de operarios indefinidos en la Seguridad Social.
Por ello, confirmó su «apoyo explícito a las movilizaciones sindicales frente a la patronal española» para exigir la negociación urgente de la subida de los salarios.