El CTR tendrá una nueva nave para tratar restos orgánicos

M.E
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Con esta nueva línea de reciclaje, que se espera culminar con el despliegue del contenedor marrón en 2025, se quiere aumentar el porcentaje de residuos que se aprovechan. El próximo año llegará la recogida de los plásticos agrícolas y del textil

El CTR tendrá una nueva nave para tratar restos orgánicos

La Diputación de Ávila, a través de los dos consorcios de residuos (el de la Zona Norte y el del Valle del Tiétar), quiere seguir avanzando en el reciclaje y tratamiento de los residuos generados en la provincia para aprovecharlos al máximo y potenciar su reutilización y, con ello, ir reduciendo las toneladas que finalmente llegan a vertedero. Después del esfuerzo realizado en el despliegue de los contenedores amarillo (recogida de envases) y naranja (aceite usado) en la provincia, en enero de este próximo año arrancará la recogida selectiva de los plásticos ganaderos y agrícolas y también se quiere poner en marcha la recogida selectiva de textiles. Además, ya se tiene la mirada puesta en empezar con la línea de tratamiento de los restos orgánicos, los cuales actualmente no se reciclan y suponen una gran parte, «probablemente la mayor», de la basura que llega al Centro de Tratamiento de Residuos (CTR) de Urraca Miguel, en Ávila. Para ello se tendrá que levantar una nueva nave en las instalaciones en la que  se invertirán el próximo año 2,4 millones de euros que ya se contemplan en el presupuesto del Consorcio Provincial de la Zona Norte, entidad dependiente de Diputación. A esta cantidad hay que sumar los 400.000 euros que se invertirán en el CTR de Arenas de San Pedro para el mismo fin.

El diputado de Consorcios y presidente del Consorcio Provincial, José Luis del Nogal, señaló que hay que empezar a trabajar en esta nueva línea de reciclaje «por normativa» y que se espera tenerla lista en el año 2025. Así, tras la construcción de la nueva nave le seguirá la puesta en marcha de la línea de tratamiento para lo orgánico y, cuando ya se tenga operativa, se empezará con el despliegue del contenedor marrón y con las labores de concienciación a la población. «Nos damos de plazo hasta el año 2025 para que esa recogida selectiva de los restos orgánicos en el contenedor marrón sea una realidad en las calles de la ciudad y la provincia», subrayó Del Nogal. Esta nueva línea «aumentará muchísimo el reciclado» en los CTR. En el de Urraca Miguel, por ejemplo, el porcentaje de reutilización de todos los residuos que diariamente llegan en los camiones ronda «el 30%». «Puede parecer poco, pero es mucho, de hecho el de Ávila es el centro de tratamiento de Castilla y León que consigue un mayor porcentaje de reciclaje», destacó el diputado. 

De momento, y hasta que empecemos a ver el contenedor marrón en las calles, la Diputación Provincial avanzará en otras líneas.  En enero se va a empezar con la recogida selectiva de los plásticos ganaderos y agrícolas, residuos que actualmente «suponen una complicación» para los trabajadores agrarios, que «no saben dónde echarlos». En el consorcio se ha hecho un estudio del volumen que podría deparar este tipo de residuos y entre las cuerdas y los plásticos «podemos hablar de unas 10.000 toneladas al año en toda la provincia». Sobre el procedimiento, José Luis del Nogal explica que «vamos a intentar que sea una recogida puerta a puerta en la propia explotación ganadera o agrícola. Estamos dando las últimas pinceladas a los pliegos de contratación, en colaboración con las OPAs, para facilitarles un reciclaje que, además, es obligatorio porque se trata de un residuo industrial y para las subvenciones europeas que pueden venir al campo tienen que presentar el certificado de que se han deshecho del material», añadió.

A este proyecto se une el de la recogida selectiva de la ropa que ya no se usa. La intención es implantar esta línea en el año 2023 a través de la instalación de contenedores de los pueblos. «En una primera fase no se podrá llegar a todas las localidades», reconoce el diputado, pero se intentará «ir a los núcleos de población más grandes y que los medios del Consorcio se presenten cada cierto tiempo en el pueblo, tenga o no contenedor». Y es que, remarca, «todo lo que consigamos que venga reciclado desde el punto de origen es trabajo que quitamos a la planta de reciclaje, con lo que el porcentaje de reutilización será mucho mayor».

La Diputación, en convenio con la Junta, también trabaja en la construcción de pequeños puntos limpios en municipios de la provincia y tiene prevista la construcción de una depuradora de lixiviados (el líquido residual tóxico que se filtra del vertedero), valorada en 700.000 euros, para evitar tener que llevar ese trabajo a dependencias externas.