Editorial

Andalucía, espejo de las generales en el ecuador de la campaña

Diario de Ávila
-

Alberto Núñez Feijóo sabe que los resultados del 19J le indicarán la ruta que tiene que seguir en su ansiado camino a La Moncloa

La campaña de las elecciones andaluzas alcanza el ecuador con unos sondeos que dejan al Partido Popular al borde de la mayoría absoluta y con capacidad de conformar un gobierno en solitario. La posibilidad de dejar a Vox al margen del Ejecutivo, que repiten todas las encuestas incluido el CIS, confirmarían ese efecto Feijóo que devolvería al PP a la época de las grandes mayorías y demostraría que las opciones más polarizadas tienen fecha de caducidad en una España que siempre tiene el centro como su opción preferida, a menos que otee turbulencias en el horizonte. 

La campaña de perfil bajo de Moreno Bonilla, eludiendo cualquier tipo de confrontación con sus adversarios políticos, está teniendo buenos resultados, al menos desde el punto de vista demoscópico, y el mero paso del tiempo recorta posibilidades al resto de partidos para un cambio en las preferencias de los votantes.

 El segundo debate entre los candidatos, que tendrá lugar esta misma noche, servirá para calibrar cómo ha interiorizado cada uno de ellos los resultados de las encuestas. Macarena Olona y, sobre todo, Juan Espadas, tendrán que arriesgar más de lo hicieron en el primero si quieren dar la vuelta a un resultado que parece cantado. En este caso, además, el Partido Popular ni siquiera tiene que apelar a una participación masiva, pues es consciente de que sus partidarios están totalmente movilizados y que quienes corren el riesgo de optar por la abstención son los votantes del resto de formaciones políticas, que no acaban de identificarse plenamente con unos candidatos que no se encuentran cómodos en sus respectivos papeles.

A cientos de kilómetros de distancia, Alberto Núñez Feijóo observa la campaña andaluza como quien contempla el resultado de un experimento de laboratorio. Sabe que los resultados del 19J le indicarán la ruta que tiene que seguir en su ansiado camino a La Moncloa. Un triunfo rotundo de Moreno Bonilla, lo que equivale a que gobierne en solitario, le permitiría mantener esa indiferencia hacia Vox que practica desde sus tiempos de presidente de la Xunta de Galicia. 

Si por el contrario, el PP necesita a este partido para conformar el Gobierno, no tendría más remedio que comenzar un acercamiento, que ha eludido hasta el momento, a Santiago Abascal. Andalucía va a ser, además, la primera prueba tangible del desgaste que está sufriendo el PSOE de Pedro Sánchez. Averiguar hasta dónde llega su alcance también puede arrojar alguna pista sobre la duración de la actual legislatura, por más que el presidente del Gobierno insista en terminarla a pesar de las cada vez más intensas disputas entre los socios que conforman el actual Ejecutivo.