El Pleno ratifica la reorganización de la Diputación

L.C.S
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Los seis apartados del grupo socialista pasan a ser no adscritos, María Ángeles García será la nueva portavoz del PSOE cuyo grupo está pendiente de la decisión del Consejo Consultivo y se amplían a 16 los miembros de las comisiones

El Pleno ratifica la reorganización de la Diputación - Foto: David Castro

El Pleno extraordinario celebrado este miércoles en la Diputación Provincial, repetición del anulado el pasado lunes, ha ratificado la reorganización de la institución provincial tras la expulsión del partido de seis de los ocho diputados del grupo provincial socialista. De esta manera, los seis pasarán a ser diputado no adscritos, María de los Ángeles García será la nueva portavoz del PSOE en la Diputación en sustitución de Pedro José Muñoz, que pierde su dedicación exclusiva, y se amplían de 13 a 16 los miembros de las comisiones informativas. Queda aprobado, de momento, hasta que se pronuncie el Consejo Consultivo de Castilla y León sobre esta cuestión, que el grupo del PSOE quede compuesto únicamente por dos diputados.

Aunque en un principio estaba anunciado que se iba a repetir el Pleno en su totalidad, finalmente los puntos que se volvieron a debatir fueron los que no quedaron registrados en el sistema de grabación el pasado lunes, motivo por el que se decidió anular esa sesión plenaria. La propuesta fue de Pedro Muñoz, y tras consulta del presidente Carlos García con el secretario y ratificada la validez de los puntos grabados el pasado lunes, se decidió repetir únicamente los puntos no grabados, que eran los que afectaban a la situación en que quedaba la Diputación tras los problemas internos del PSOE.

Aclarado este punto, pidió la palabra el portavoz de Por Ávila, Carlos Jiménez, para anunciar que su grupo abandonaba el Pleno al no estar de acuerdo con su repetición, y tras votarse la ratificación de la consideración de urgencia, aprobada con los votos a favor del PP, Ciudadanos, los dos diputados del PSOE y el diputado no adscrito Alberto Encinar, mientras que los seis expulsados del PSOE se manifestaron en contra, arrancó el Orden del Día con la toma de razón del pase a no adscritos de los expulsados del grupo socialista y del cambio de portavocía.

Tomó la palabra María Ángeles García Salcedo para lamentar «el grave descrédito que está sufriendo la Diputación Provincial por las actitudes del señor Muñoz, llevándola a una situación esperpéntica». La nueva portavoz del PSOE mostró la preocupación de su partido «por el desprestigio al que se está sometiendo a esta Diputación por la forma de hacer política de algunas personas que ponen en duda incluso el trabajo e imparcialidad de los funcionarios de esta casa», una actitud que «solo se entiende por el beneficio económico de este señor» insistiendo en que «nos ha traído hasta aquí la forma de hacer política del señor Muñoz, por el interés de seguir en su cargo», lo que ha motivado que «un tema interno haya afectado al funcionamiento de la Diputación», defendiendo la legalidad del informe del secretario, «que no deja lugar a la duda».

Tras esta intervención, Pedro Muñoz recordó que toda esta situación se deriva del «fraude en el proceso de primarias del PSOE» y contestó a García Salcedo asegurando que «el beneficio económico será para usted si esta operación sale bien, y mi obligación es que no le salga bien porque si le sale habrá fallado el sistema». 

Una vez respondida la intervención de la nueva portavoz del PSOE, Muñoz, al igual que hizo el pasado lunes, cargó contra el secretario de la Diputación Provincial, Virgilio Maraña, al que le pidió que se abstuviese en los puntos en relación con la situación del PSOE, en base a una serie de reuniones que, según Muñoz, el secretario ha mantenido en todo este proceso con representantes del PSOE, tanto de la Diputación como del partido, algo que considera «irregular», anunciando incluso una posible "recusación».

Por alusiones, y aunque durante varias veces de su discurso pidió perdón por convertirse en protagonista, Virgilio Maraña tomó la palabra para mostrarse «ofendido» por las palabras «agresivas» de Muñoz hacia su labor, que defendió como «honesta e íntegra», ceñida «escrupulosamente a la legalidad» sin tomar partido por ninguna de las partes. Acuso a Pedro Muñoz de «mal estilo» y de extender «la sospecha de un complot» contra su persona, cuando «yo no he vulnerado ningún precepto ético» porque «tanto yo como el resto de funcionarios de la Diputación hemos actuado con total profesionalidad», por lo que «no hay ninguna razón para plantearme siquiera la abstención, porque la legalidad con la que se ha actuado es exquisita».

votaciones. Expuestas ambas partes, se continuó con las votaciones sobre los puntos del orden del día con los que reestructuraba la Diputación, quedando aprobados todos ellos y repitiéndose también los argumentos de los afectados.

Así, y a pesar de que Muñoz se dirigió de nuevo a la bancada popular para recordarles que aprobando la toma de razón del paso a no adscritos de los seis expulsados «dejan en indefensión y se vulneran los derechos de las personas expulsadas porque no hemos podido presentar alegaciones» y que «lo que se aprueba ahora es ilegal y se pedirán responsabilidades», se aprobó la nueva distribución quedando el grupo del PSOE con dos miembros y María Ángeles García como portavoz, y pasando a no adscritos los seis expulsados.

Tal y como pasó el lunes, se envió al Consejo Consultivo la consulta de si es legal o no que el grupo del PSOE pueda quedar con dos miembros en vez de los tres que marca la Diputación, no aprobándose la propuesta de Muñoz de que se enviara a ese consejo el resto de puntos aprobados «tal y como», recordó, «se aprobó en una Junta de Portavoces». Tampoco se valoró la petición de García Salcedo de que no se enviará la consulta sobre la situación del grupo socialista, «porque el informe del secretario es tajante en este punto y lo aprueba».

El Pleno terminó con la aprobación de la retirada de la dedicación exclusiva a Pedro José Muñoz y con el visto bueno a la nueva composición de las comisiones informativas, cerrándose de esta manera un capítulo cuyo epílogo podría estar en sede judicial si finalmente los afectados deciden recurrir a esa instancia, algo que no se descarta.