«En un día así te acuerdas de los sacrificios personales»

A.S.G.
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Se quedó a las puertas el año pasado, pero no se le escapó el ascenso en el presente. Renovado, David Mangas seguirá dirigiendo al Alega Cantabria en la LEB Oro. «Siempre ha sido mi sueño»

David Mangas, en un partido con el Alega Cantabria

Hace cinco años tomó una decisión.Era el momento de salir, de dejar atrás el Óbila Club de Basket, de abandonar la que había sido siempre su casa. Si quería cumplir su sueño como entrenador era el momento de emprender el viaje. Cinco años después de aquello David Mangas lograba el ascenso a la LEB Oro con el Grupo Alega Cantabria, su nuevo 'hogar', porque en el club de Torrelavega –hace un par de temporadas el equipo migraba desde Santander a Torrelavega, ciudad donde el baloncesto se disfrutó a nivel ACB hace dos décadas– ha encontrado la estabilidad deportiva que todo entrenador necesita. La próxima temporada  –seguirá el año que viene como el entrenador en LEB Oro– cumplirá su quinto su curso en el conjunto cántabro, una cifra  y estabilidad poco habitual en el deporte actual, especialmente a medida que se sube de nivel, pero que sí ha conseguido el entrenador abulense. Por algo será.  

Se quedaron muy cerca de ascender el año pasado. Tras finalizar segundos en la Conferencia Oeste, avanzaron en los playoffs –Enerparking Basket Navarra, Cat&rest Clínica Ponferrada– hasta que en la final el CBPrat se llevó el premio. Aquello les sirvió para esto. «Después de quedarnos tan cerca el año pasado, volvimos a insistir.Conseguirlo este año como lo hemos conseguido es para estar contentos, mucho más viendo cómo la masa social del club ha crecido» recuerda ante todo lo vivido David Mangas. Campeones en la Conferencia Oeste de la LEBPlata 2021-22, esta vez  evitaron un largo playoffs para jugarse el billete como campeones en una final a ida y vuelta ante el campeón de la Conferencia Este, el Bueno Arenas Albacete Basket. Encarrilaron el ascenso en el Pabellón del Parque (55-72) y lo remataron  (61-58) en un último partido en el Vicente Trueba, aquel pabellón de grato recuerdo para los abulenses donde el Casa Social Católica conquistó en 1995 la Copa de la Reina.Y allí el equipo de Mangas rubricó el ascenso ante 2.500 personas en una gran noche.

Un ascenso a LEBOro que no sólo supone un paso importante a nivel deportivo, sino también institucional para un club que hace un par de años «se trasladó de Santander a Torrelavega, ciudades con una gran rivalidad. Torrelavega siempre fue la cuna del baloncesto en Cantabria. Estuvieron en ACBhace 20 años y siempre queda ese poso de buen gusto por este deporte. Poder ver cómo poco a poco la gente se ha ido enganchando de nuevo a este deporte y al equipo, la comunión que ha existido entre la plantilla y la afición te hace sentir muy contento.La felicidad cuando consumamos el ascenso fue increíble». Un momento siempre perseguido por todo jugador y entrenador. «Cuando lo consigues te das cuenta de que tienes que tener esa pizca de fortuna, que no te lleguen lesiones en momentos claves, que el núcleo de la plantilla sea bueno, que se trabaje bien en el día a día... Pero en un día así, sobre todo, te acuerdas de los sacrificios personales que hemos tenido que hacer durante todo este tiempo» recuerda David Mangas. Y es que la familia del entrenador abulense –su mujer e hijo– residen en Ávila. «Vienen cada fin de semana y siempre que puedo vuelvo a casa, pero no deja de ser un esfuerzo para ellos». Quizás por ello este ascenso tiene una clara dedicatoria.   

Se marchó el Óbila Club de Basket tras acabar la temporada 2016-17.Lo hizo con un sueño y una ilusión, poder lograr cosas como éstas, «poder trabajar con una plantilla con cierta continuidad, algo que hemos conseguido en el Alega estos últimos años. En las dos últimas temporadas hemos podido trabajar con un grupo de jugadores –entre ellos los ex verderones como Harold cazorla y AloMarín– con los que ya llevábamos un par de años trabajando juntos. Así la cosa se hace más sencilla» analiza ante el hecho de «poder hacer evolucionar un equipo. Además, el club siempre nos ha respaldado económicamente, la ciudad, las instituciones han estado ahí para ayudarnos». Un ascenso así es cosa de todos.  

Tendrá la oportunidad de disfrutar la próxima temporada de la LEBOro, de debutar en la segunda máxima categoría del baloncesto español. Porque en Torrelavega no dudaron ni un instante en renovar al abulense, que volverá a ponerse al frente del equipo a mediados de agosto con el arranque de la pretemporada. Disfrutará de una categoría con «históricos del baloncesto español.Vamos a ver si somos capaces de competir con ellos».

A nivel particular, un paso muy importante en su carrera. «Siempre ha sido para mi un sueño el poder entrenar en una categoría como la LEBOro. Sabemos de la dificultad que vamos a tener pero vamos a poner ilusión y ganas por parte de todos dentro del club. Vamos a disfrutarla al máximo y a tratar de consolidar el proyecto en una categoría tan bonita y exigente como es la LEBOro. Ahora le toca trabajar al club para intentar cerrar el presupuesto y poder competir dignamente en la categoría. La ciudad está encantada de volver al baloncesto profesional, una ciudad de 52.000 habitantes compitiendo a estos niveles, con equipos como Andorra, Girona,Hereda San Pablo Burgos...»

Estar varios años en un club es algo actualmente muy cotizado. En su caso ya suma cuatro temporadas seguidas en el Grupo Alega Cantabria tras su paso previo por el Basket Navarra y va camino de la quinta. «Cuando llegué a Cantabria no pensé que estaría tantos años, pero poco a poco me he sentido muy cómodo, con gente a la que ya aprecio... Son amigos. Me siento uno más».

Siempre atento al Óbila. Se fue en su momento del club verderón pero siempre le ha seguido muy de cerca. «Siempre lo sigo, además mi hijo juega en el club, pero a menudo hablo con su gente». Guarda muchos amigos en el CUM Carlos Sastre. «Creo que la actual directiva está trabajando muy bien.Está consiguiendo que el club tenga una viabilidad y tranquilidad que en los últimos años no se lograba. Hay un proyecto bonito, con gente interesada en que el club vaya creciendo poco a poco y hay que dejarles trabajar con tranquilidad. Hasta ahora están dando pasos pequeños pero sólidos para que en un futuro podamos estar tranquilos. Otros años por estas fechas siempre estábamos con la incertidumbre de si el club podría seguir» recuerda en aquellas pretemporadas en las que el club pendía de un hilo. Aquello parece olvidado. «Hay que dejarles trabajar para sacar adelante un proyecto con el que estar arriba y quién sabe si poder volver a la LEBPlata, que es la categoría mínima a la que debe aspirar el baloncesto en Ávila».

Una comparación deportiva que no se sostiene

Disfrutará Torrelavega al año que viene de la LEBOro, una ciudad que hace veinte años –2002– veía el descenso desde la ACBdel Cantabria Lobos, un histórico que marca un camino para el Alega Cantabria. Lo hace con el respaldo de una ciudad de 52.000 habitantes. Lo hará de la mano de David Mangas, el ex entrenador de un Óbila Club de Basket al que dejó en LEBPlata y que ahora trata de conseguir la estabilidad en la Liga EBA. Es un ejemplo más de la realidad deportiva de un ciudad como Ávila, que con sus 57.000 habitantes no soporta en lo deportivo la comparación con localidades similares. Tampoco con Torrelavega. «Cuando sales de Ávila te das cuenta de que hay ciudades que apuestan por el deporte y ciudades que ven el deporte como algo  recaudatorio. En Torrelavega tenemos la suerte de que todas las instalaciones municipales son gratuitas para todos los clubes, no sólo a nivel de cantera sino también de primeros equipos. En Ávila, por contra, resulta muy complicado para los clubes sacar adelante ciertos presupuestos y competir en igualdad de condiciones». Se igualan en habitantes, pero sólo en eso.  Disfrutará Torrelavega al año que viene de la Segunda RFEF tras ascender la Gimnástica como campeón, una categoría que ya disputa el Tropezón.Juega la Superliga 2 Femenina el  Club Voleibol de Torrelavega, en la máxima categoría del balonmano –Asobal– está el BMTorrelavega, ahora el Alega jugará la LEBOro. Mejor no comparar.

Cinco años ya desde su marcha del Óbila Club de Basket

Han pasado cinco años desde que David Mangas y el Óbila Club de Basket separaron sus caminos. Apenas había acabo la temporada 2016-2017 pero Mangas lo tenía claro. Con el equipo eliminado de la fase de ascenso a la LEBOro el técnico abulense ya deslizaba la posibilidad de su salida. «Agotado» y sin motivación, lo que empezó siendo entonces una posibilidad se acabó convirtiendo en una realidad. Después de cuatro años como primer entrenador (dio el paso en la 2013-14 tras la marcha de Armando Gómez) y ocho años como segundo (desde la 2005-2016) tomó una senda diferente. Quería crecer como técnico y lo ha conseguido.