Tedosia Blázquez Cámara dio a su familia una doble alegría, la de llegar a los cien años de edad y hacerlo además tras superar recientemente la covid-19 y cuando había pocas esperanzas.

Que Teodosia es querida por su familia se desprende al escuchar las palabras de su nieto Paco, que celebra con inmensa alegría la recuperación de su abuela. Aún tiene el miedo en el cuerpo de cuando los médicos casi no les daban esperanzas tras ingresarla hace unos días con una pulmonía bilateral debido a esta patología. Eso sucedía hace dos fines de semana pero el lunes mejoró, finalmente se vieron sus pulmones limpios y el jueves ya le dieron el alta. «Nos dejó a todos... con 99 años. Nos dio una alegría». Y este lunes, el día de su cien cumpleaños, apenas unos días después, estaba «con ayuda, bailando, nos ha dejado locos» demostrado «la fortaleza» que tiene. Al ser una jornada especial tuvo más visitas de familiares, entre ellas la de sus dos nietos que pudieron ir a la residencia en la que ahora se encuentra después de un problema de salud hace unos tres años y que se viera que ya iba a estar mejor atendida en un centro, de ella pendientes las 24 horas del día, quitando posibles peligros, por ejemplo a la hora de cocinar, y con servicios como fisioterapia o gimnasia. Y aunque al principio pudiera estar algo reticente ahora está «encantada».

Pero hasta entonces, más allá de temporadas con su familia en Alcorcón, ella seguía su vida demostrando lo que siempre ha sido, una mujer muy activa, que no hace tanto tiempo bajaba a su huerto a las afueras del pueblo. Su nieto recuerda un día en el que incluso le pidió que le bajara agua a este huerto y cuando se quiso dar cuenta ya lo había llevado ella «con el carro de la compra».

Teodosia es vecina de Burgohondo y ahí ha vivido toda su vida, al igual que lo hizo su marido. Los «dos abuelos» eran del pueblo y allí tuvieron una hija, posteriormente tres nietos (ahora hay dos vivos) e incluso tiene ahora dos bisnietos.

Su vida ha estado muy ligada a las labores del hogar, pero también ayudando en el campo, a lo que se dedicaba su marido. Juntos fueron pasando el tiempo hasta llegar en el caso de ella al siglo de vida, lo que lo pudo festejar a pesar de las condiciones actuales. 

Para ello, además de la visita de su familia, más numerosa de forma excepcional respecto a lo que  se permite ahora debido a las restricciones, recibió al alcalde de la localidad,  Francisco Fernández García, que quiso homenajear a Teodosia con una pequeña fiesta adaptada a la situación. Por ello, la visitaron en la residencia Burgo Sierra, junto con el párroco del municipio, para llevarle un detalle y tarta para todos los residentes y trabajadores. 

La homenajeada les recibió con mucha alegría, agradecida por el detalle y deseando poder seguir celebrándolo.