El Barco y el Muciba, el inicio de una bonita amistad

M.E
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El Festival de Música y Cine de El Barco de Ávila concluye su primera edición con «entusiasmo» de la organización por la respuesta a las películas y conciertos del público local y del visitante, que a su vez se quedó encantado con la zona

El Barco y el Muciba, el inicio de una bonita amistad

El I Festival de Música y Cine (MUCIBA) de El Barco de Ávila inició su andadura con buen pie, en el inicio de la que se presenta como una bonita amistad. El festival con el que se pretendía poner en valor el arte y la cultura y, en concreto, la estrecha relación entre el cine y la música estableciendo una conexión entre el público y la comarca del Tormes se desarrolló con éxito de público y con satisfacción de la organización, que se declaró «entusiasmada» con la respuesta del público local y del visitante, que también se quedó prendado de la zona. 

Así lo señaló uno de los directores artísticos del festival, el periodista y escritor Jacobo Rivero, quien habló de una primera edición «muy positiva» por el contenido del festival, con varios conciertos y proyecciones de documentales musicales, y también por un seguimiento que fue «mejor de lo esperado» por las «especiales circunstancias» de la pandemia. «Todas las proyecciones tuvieron una asistencia estupenda, siempre respetando las medidas covid y la distancia de seguridad, y los conciertos en la plaza estuvieron muy animados y fueron deliciosos», señaló Rivero, quien se mostró «encantado con la acogida de los barcenses».

«La impresión es muy buena y, además, parte del festival también buscaba que se disfrutara del entorno e integrarlo como parte de la programación, y la gente llegada de fuera se mostró entusiasmada con el paisaje natural, el patrimonio y la gastronomía». A esto se unió el buen tiempo, para poder relajarse en el Tormes, y la hospitalidad local, con lo que más de uno «ya ha dicho que reservaría esta cita como fija para el año que viene».

Y es que el MUCIBA llega para quedarse, o al menos esa es la intención del Ayuntamiento de El Barco y de la organización, en la que también está involucrado el cineasta Javier Corcuera. Las primeras sensaciones han sido positivas, y a ello ha contribuido sin duda el atractivo programa elaborado por la ocasión. 

En su apartado cinematográfico, el festival se enfocó hacia el cine documental relacionado con la música, un género que ha experimentado un notable auge en los últimos años. Chavela Vargas, el legado de Chicho Sánchez Ferlosio, el pianista James Booke, la cultura de Irán o La Chana fueron algunas de las singulares figuras e interesantes temáticas de las proyecciones desarrolladas en el Cine Teatro Lagasca, algunas de las cuales también contaron con la presencia de los directores.

La plaza de España de El Barco fue el escenario elegido para la mayoría de los conciertos, orientados hacia melodías y obras con una conexión con lo local pero con una visión global en sus sonidos. Así, se ofreció la oportunidad de disfrutar desde el folclore persa o japonés hasta ritmos de jazz o música latina y balcánica pasando por el bolero, todo ello marcado por el buen ambiente, la «comodidad» y la sensación de «seguridad» frente a la covid. No nos olvidamos de la actuación de Hita Zarem, formado por los barcenses Silvia Hernandez y Francisco Javier Álvarez (Curro), que hicieron un recorrido por distintas músicas del mundo en una actuación muy aplaudida. «La gente estuvo a gusto y pudo disfrutar al fin de la música en vivo después de un periodo tan malo», añadió el escritor.

Con todos estos mimbres el MUCIBA, que ha contado con la colaboración, implicación y soporte del Ayuntamiento de El Barco, dice adiós a su primera edición con la vista puesta en volver con su original propuesta de unir el cine y la música en un formato de festival que no abunda en el país, de ahí que se presente como una apuesta de futuro.