El Real Ávila insiste en no ser de playoff

A.S.G.
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1
Real Ávila
2
Júpiter Leonesa
Finalizado
El Júpiter Leonesa B rompe la buena dinámica de resultados en un mal partido de los encarnados en el Adolfo Suárez. Los de Jonathan Prado, muy lejos de su mejor versión, vuelven a dar un paso atrás

El partido fue malo, el resultado peor. En esta ‘montaña rusa’ particular que es la temporada 2019-2020 del Real Ávila el equipo de Jonathan Prado volvió a dar la de cal después de la de arena. Por enésima vez el equipo falló cuando todos esperaban que levantara el vuelo para mirar a una zona alta donde, a estas alturas de temporada, nadie falla. Sí lo hizo el equipo encarnado, empeñado en dar un paso adelante y dos atrás. Las victorias ante el Real Burgos y el Almazán llevaron a todos a soñar con una semana de nueve puntos que relanzara las opciones de los encarnados en la tan ansiada pelea por los playoffs. Pero lo que todos se encontraron, dentro y fuera del club, fue un bofetón de realidad de manos de un Júpiter Leonesa B que desde la ambición, el físico y la claridad de ideas anuló por completo a un Ávila que se jugaba mucho y ofreció muy poco.

Si el partido acabó con un claro penalti a favor de los leoneses, arrancó con uno más dudoso que pidieron los encarnados cuando Calderón se iba al suelo en el área visitante en la primera acción de partido. La acción pudo calentar el partido en una tarde fría en lo meteorológico y fría en lo emocional.Porque los locales nunca entrarían en calor. Querían correr los de Jonathan Prado pero no terminaban de coger velocidad. Se ajustó la lentilla De Mesa, que incluso ‘tuerto’ comenzó a probar suerte encarando, sin éxito, a Juan. Buscaba una recuperación en campo contrario el Júpiter Leonesa B que le abriera el camino a la portería de Alberto, pero no la encontraba. Dos apuestas diferentes y ningún resultado. Porque llegada la media hora de juego sobre el césped no había pasado nada. Ninguno de los equipos llegaba a imponerse con claridad entre las pérdidas, las imprecisiones y los errores, verdaderos protagonistas de los primeros minutos del partido.

De la nada se pasó al todo en apenas tres minutos cuando Amadou se inventó el 0-1. De un balón que le cayó llovido del cielo en el borde del área se sacó de la chistera una jugada de gol que nadie esperaba. Su primer control orientado fue medio gol. Se quitó de encima a Edu, quebró a Rafa con un segundo amago en el área y cuando Alberto esperaba el disparo al palo largo, la golpeó con el interior al palo corto para dejar aún más helado el campo.

Nadie se lo esperaba, aunque visto lo visto nadie se extrañaba. Y aunque el mazazo fue serio, el Real Ávila reaccionó bien. No dejó que los de Ramón González se asentaran con el marcador a favor. De nuevo se animó De Mesa, que en una gran jugada por banda puso un centro templado al borde del área pequeña donde Calderón emergió entre los centrales para rematar de cabeza a placer y colocar el empate en el marcador (1-1, minuto 35). Fueron tres minutos en los que se aceleró todo. Tres minutos, no más.Porque tras el empate  el partido volvería a morir camino de los vestuarios en el sinsabor de la nada.

La vuelta tras los vestuarios se hizo con otro brío tanto entre los encarnados como los leoneses, que no esperaron mucho para empezar a enseñarse por área ajena. Se enseñó mejor el Júpiter y le hizo un guiño la suerte al Real Ávila. Vio el colegiado falta de Javi cuando –minuto 49– el leonés remataba de cabeza a la salida de córner superando la estirada de Alberto. No subió al marcador, pero fue un serio aviso. Ya andaba con la mosca detrás de la oreja JonathanPrado, que aceleró el calentamiento de Rubén Ramiro. Necesitaba el equipo un cambio de revoluciones, porque la sensación es que iba de mal en peor. El plan de ataque no servía, como no servía el empate.

Sin un dominador, el partido se empezaba a mover en las acciones puntuales. Quiso sorprender Christian a Alberto en un lanzamiento lejano que obligó al guardameta a recular para evitar males mayores. La respuesta la puso Mayorga, pero su internada y disparo lo atajó Diego, sin apenas trabajo en un Adolfo Suárez que empezaba a ponerse nervioso con el paso de los minutos y las contras del Júpiter Leonesa B. Porque los de Ramón González no renunciaban a nada. Se acercaron al área, pero sus centro no encontraban rematador. Cuando lo hicieron, apareció Alberto. Porque Javi remataba de cabeza –minuto 63– totalmente solo y encontraba la reacción del portero encarnado, que desviaba a córner.

Quiso empezar a cambiar JonathanPrado el ritmo del partido y la primera apuesta fue por Rubén Ramiro. En los 30 minutos en Almazán ya mostró que está preparado. Yse quedó a un palmo del gol –minuto 68– cuando Mayorga transformó una pérdida en la salida del Júpiter en una clara asistencia de gol al extremo, que corrió al hueco, encaró a Diego en la salida y la picó suavemente para evitar la pierna del portero, pero no encontró puerta.

Iba el balón de un área a otra. No controlaba el partido el equipo encarnado y no renunciaba el Júpiter Leonesa B a buscar la puerta de Alberto, que vería de reojo cómo el remate cruzado de Tito se paseó por delante de la portería. Entró Domingo, apostó Prado por Rubo y el partido entró en los últimos diez minutos con un peligroso 1-1 y una balanza peligrosamente inclinada del lado leonés, al que se le abrió la puerta del triunfo de par en par cuando Gómez Esteban pitó penalti –roja directa– de Garretas. El central derribó a Aarón cuando el ‘7’ leonés buscó el rechace dentro del área en un duro disparo de Miguel que Alberto no pudo atajar de primeras. El penalti fue claro y la expulsión incontestable, como el disparo de Aarón desde los once metros para poner el 1-2  y con ello poner la rúbrica a un encuentro malo de los encarnados, como malas fueron las sensaciones y el resultado.