Vicente García

El buitre de colores

Vicente García


De nuevo nos amenazan con el ‘fracking’

24/11/2022

Por si no tuviéramos bastante con el problema de la irrupción de minas a cielo abierto en nuestro territorio a pesar de la masiva oposición popular de sus habitantes, o la contaminación de los acuíferos con productos químicos, nitratos y arsénico agravada por la sequía y la enorme bajada de los acuíferos, leo ayer mismo en la prensa, que uno de los grupos parlamentarios en Castilla y León, vuelve a dar la nota y pide que se utilice la nociva técnica de fracturación hidráulica, conocida comúnmente como fracking.

Pero vamos, nada sorprende de quienes son negacionistas del cambio climático o pretenden reabrir las centrales nucleares, fomentar la minería a cielo abierto, poner la caza como asignatura en las escuelas y derogar la normativa de Cambio Climático, entre otras muchas cosas. Algo que para algunos son barbaridades impensables pero para otros parece ser que no.

Por supuesto que están en su pleno derecho de solicitar lo que les venga en gana ya que han sido votados. Para esto está la democracia y se vota y "bota" lo que se quiere, aunque los pactos de una y otra parte no reflejen realmente los resultados de la mayoría y nazcan fusiones 'Frankenstein' de dudosa solidez y que tanto daño hacen.

Pero volviendo al tema de extraer gas o petróleo con 'fracking' que es la última 'píldora' de los mencionados a la que definen engañosamente como "totalmente segura", y que se aplica en algunos países como Estados Unidos, no mencionan en su relato la enorme oposición popular a la extracción del gas de esquisto mediante este procedimiento, precisamente en EE.UU., Reino Unido o Argentina, y que está prohibido en otros, incluido el nuestro, por ser demasiado peligroso al poder contaminar las valiosas reservas de agua subterránea y los suministros a la población en toda la zona.

Para extraer este gas se perforan pozos de gran profundidad que atraviesan las capas freáticas y llegan a las rocas donde está el mencionado gas; para desprenderlo se efectúan a veces pequeñas voladuras para fracturarlas y se inyecta agua a enorme presión con productos químicos capaces de disgregar más aún estos minerales y extraer el gas. Un proceso que por mucha seguridad que se ponga en él tiene enormes riesgos, además de la utilización de ingentes cantidades de agua de la misma zona o periferia, y más aún en un período en el que el cambio climático que ellos niegan está llevando al mundo entero y a España en particular a una reducción exponencial de nuestros recursos hídricos.

Además, este agua usada y una vez mezclada y contaminada con el cóctel químico necesario para disgregar la roca ¿A donde va a parar?

A la posible contaminación en su extracción hay que unir una gestión muy compleja de este amasijo de agua y químicos peligrosos que podría producir el envenenamiento del terreno y de los recursos hídricos del lugar para siempre y que debe ser almacenado en lugares totalmente estancos.

Este tipo de extracción tanto para gas como para petróleo es demasiado agresiva y peligrosa para los habitantes cercanos al lugar donde se realice, pero vamos, si al final se aprueba, que esperemos que no, pasará lo de siempre, los beneficios para las grandes compañías que se los embolsen, y el perjuicio para los habitantes de la zona a destrozar que tendrán que irse a otro sitio e hipotecarán allí el futuro de sus descendientes.

Esperemos que la sensatez se imponga y precisamente en nuestro país "líderes de insolación anual" se fomenten las instalaciones solares de pequeña entidad para autoconsumo, en detrimento de las granjas masivas fotovoltáicas en lugares sensibles o macroparques eólicos sobredimensionados.

Porque todo lo macro, lo excesivo, lo gigantesco y lo desproporcionado suele beneficiar a unos pocos y perjudicar a la población en general.

Pero que el lector no se caliente mucho la cabeza y olvide estas líneas porque ahora llega la Navidad, con sus lucecitas y regalos... Y todos felices y contentos. Además estamos en pleno apogeo del Mundial y toda la información girará durante unos días en torno a él.

Pienso que a veces, los castellanos somos demasiado "pasotas" en los temas ambientales aunque afecten a nuestra propia salud, y que algunos sólo van a darse cuenta y protestar cuando les salga mierda por el grifo o el río que pasa por medio de su ciudad huela a mierda.

¿O aún así seguirán callados? :-(