Tradicional visita familiar a los belenes en Navidad

E.C.B
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Desde 'Mundo Belén' del CITeS-Universidad de la Mística, pasando por el convento de las Siervas de María, hasta los nacimientos del Ayuntamiento o la Diputación conforman este recorrido

Tradicional visita familiar a los belenes en Navidad - Foto: David Castro

Un Belén es «un símbolo de esperanza en recuerdo de lo más grande que nos ha ocurrido, la venida del hijo de Dios». Son palabras de obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, que muchos abulenses tienen muy presentes estos días y que reflejan en esos recorridos en familia por los distintos belenes de la ciudad y de la provincia que tradicionalmente se realizan el día de Navidad y que ni la lluvia ni siquiera la pandemia, que no da ninguna tregua, han podido romper este año, pese a que sea preciso guardar todas las medidas de seguridad sanitaria para evitar posibles contagios, como limitación de aforo, distancia social y utilización obligatoria de mascarillas.

En la capital eran varios los nacimientos que este 25 de diciembre permanecieron abiertos a las visitas, comenzando por 'Mundo Belén', en la Universidad de la Mística, que como el año pasado recibe a los visitantes al aire libre, con la preciosa iluminación que acompaña el recorrido por los jardines del centro.

Una selección del millar de nacimientos que tiene el Centro Internacional Teresiano Sanjuanista (CITeS) permitía a niños y adultos realizar un recorrido por belenes de todos los continentes, estilos y materiales, incluido uno de cuatro metros situado en la zona exterior, que muestran cómo se celebra la Navidad en países tan lejanos como Australia, Chile, Canadá o Sudáfrica. Los materiales naturales y reciclados también tienen cabida en esta exposición, pues varios de los belenes que hay en los exteriores están realizados con palés, ramas, pajas, tuberías o troncos de madera, mientras en el interior de los edificios del CITeS, sus grandes ventanales hacen las veces de escaparates para mostrar la riqueza belenística y las tradiciones del mundo, y todo ello con la imponente Muralla de Ávila y su lienzo norte como telón de fondo.

Intramuros varias eran las propuestas que permitían a las familias continuar con este recorrido navideño, algunos de esos belenes situados a apenas unos metros de distancia unos de otros, como es el caso de los instalados por el Ayuntamiento de Ávila, la Diputación Provincial y las Siervas de María.

El Palacio de Superunda vuelve a acoger, por tercer año consecutivo, el belén municipal, trasladado hasta allí desde su anterior emplazamiento en el Episcopio. El patio de este céntrico palacio del siglo XVI acoge un nacimiento de 70 metros cuadrados de superficie, algo más que años anteriores, integrado por unas 150 figuras, algunas de ellas móviles para mostrar oficios tradicionales, que forman parte de la tradición belenística de nuestro país. Materiales naturales como arena, piedra o agua forman parte también este belén que se sitúa en un espacio accesible y con recorrido delimitado.

A escasos diez metros está el Torreón de los Guzmanes, sede de la Diputación Provincial de Ávila, que en su interior y a cubierto, acoge un nacimiento tradicional que refleja el sentir de la provincia, con sus 200 figuras y más de 40 construcciones repartidas por una superficie de 40 metros cuadrados, que muestran casas de piedra y diferentes labores, con especial atención a la agricultura y la ganadería.

También de obligada visita era el Misterio que cada año ponen las Siervas de María a la entrada de su casa y volvió a contar con numerosas visitas en este día de Navidad.

Son solo algunos ejemplos de la tradición belenista de Ávila, que se ve complementada por todos esos nacimientos que pueden contemplarse durante estas fiestas en cada uno de los rincones de la provincia de la mano de los ayuntamientos, órdenes religiosas y particulares. Un ejemplo de ello es la exposición que cada año acoge el Santuario de San Pedro de Alcántara y que en esta ocasión rinde homenaje al santo en el IV Centenario de su Beatificación y Patronazgo.