Una Liga presenta numerosas luchas. Desde la más clara y prestigiosa, el título, hasta el drama que supone evitar hasta la última jornada el descenso a Segunda División. En medio de esas dos contiendas están las competiciones europeas, el camino más seguro para asegurar la viabilidad económica de los equipos de fútbol en la actualidad y que permite a cada afición soñar por ver triunfar a su club en el Viejo Continente.

La Liga de Campeones, la Liga Europa y la Conference League reparten en España siete billetes por medio de la competición de la regularidad: cuatro para la máxima competición continental, dos para la segunda en el escalafón y uno para la recién llegada y última en discordia. 

La temporada que se abre justo mañana, como casi todas en la época moderna del torneo, presenta antes de empezar dos puestos adjudicados para la Champions,  para Real Madrid y Barcelona, los dos conjuntos que, a priori, se disputarán el trofeo de campeón de España. De esta forma, dos plazas quedan abiertas para entidades como el Atlético de Madrid o el Sevilla.

Rojiblancos y andaluces son los dos bloques llamados a ocupar de nuevo ese sitio, como ya hicieron el pasado curso. Por detrás, todo invita a pensar que la Real Sociedad y el Villarreal presentarán mucha batalla por esa tercera y cuarta posición. Tanto los de Imanol Alguacil como los de Unai Emery se han reforzado bien y mantienen un bloque muy similar, por lo que serán adversarios de altura para los colchoneros y los hispalenses, los cuales se acaban de reforzar con Isco tras la marcha de Diego Carlos y Jules Koundé. 

Los guipuzcoanos suelen realizar una gran primera vuelta que luego no tiene continuidad en la segunda parte de la competición. Eso es lo que les ha privado en las últimas campañas de obtener el pase a la Liga de Campeones. Por otro lado, los 'groguets' deberán hacer un buen papel en la Conference sin descuidar su actuación en LaLiga, como ya le pasó el año pasado con su gran rendimiento en Europa.

De esta forma, todo lo que no sea que el Real Madrid, el Barcelona, el Atlético y el Sevilla figuren en la máxima competición continental en la 23/24 constituirá una sorpresa, así como también sería ver fuera de los torneos continentales a los llamados a ser sus perseguidores. 

En esa lucha sin cuartel se pueden colar 'outsiders', algunos más que otros. El Betis de Manuel Pellegrini, quinto la última temporada y campeón de Copa del Rey, parece no estar carburando como se podría intuir en una pretemporada donde aún no ha conseguido la victoria. Por plantilla es uno de los llamados a estar en Europa sí o sí, pero quizá colocarle cotas más elevadas que la segunda competición continental sería pedir demasiado.

Otra incógnita es también el Athletic, donde de nuevo está a los mandos Ernesto Valverde. Sin refuerzos y sin salidas importantes, el conocimiento de la casa y el aval que supone tener a un preparador ultracompetitivo en el banquillo como el 'Txingurri' podría dar alas a un nuevo proyecto que en mayo se quedó a un paso de ganarse el derecho a disputar este curso tres competiciones.

Dinámicas distintas

Por último, a la zaga hay que ubicar a dos equipos en dinámicas distintas. El Valencia, por nombre e historia, debería estar siempre en posición de batallar por Europa. Sin embargo, sus últimas campañas colocan el listón muy bajo, algo que con la llegada de Gennaro Gattuso se quiere revertir. Tras la marcha de Gonçalo Guedes a la Premier y la más que probable llegada del barcelonista Nico como cedido (ya lo han hecho Lino y Castillejo), si el cuadro levantino mantiene a Carlos Soler y José Luis Gayà, puede que Mestalla vuelva a ilusionarse.

Un conjunto que se cuela en los pronósticos después de haber finalizado la campaña anterior metido de lleno en la lucha por la salvación es el Getafe. La mejoría experimentada en la segunda vuelta con Quique Sánchez Flores y el grandioso mercado de verano que está protagonizando el bloque 'azulón' (Borja Mayoral es la estrella) colocan las esperanzas altas. Tanto, que si el entrenador madrileño consigue dar sentido a toda la materia prima que tiene no sería descabellado ver al equipo opositando a una plaza continental.