«Emocionado y conmocionado». Así recibía Gonzalo Sánchez-Terán este sábado el premio del IIICertamen Bienal de Poesía San Juan de la Cruz que entrega la Academia de Juglares de Fontiveros, localidad convertida para la ocasión en capital nacional de la poesía.

«El regalo máximo que se le puede dar a un poeta es que su nombre esté vinculado a San Juan de la Cruz», decía instantes antes de recoger su galardón (un premio en metálico de 3.500 euros y una escultura en granito del patrón de los poetas) ante un auditorio en el que se encontraban, entre otros, el alcalde de la localidad,David Sánchez; el presidente de la Diputación Provincial de Ávila,Carlos García; y el presidente de la Academia de Juglares, José María Muñoz Quirós.

 Y corrí cual si el mal tuviera lindes es el nombre del poemario elegido entre los 18 finalistas de los 140 presentados a un certamen que cada dos años coloca a Fontiveros en el punto de mira de los amantes de la poesía. Una localidad que recibía con los brazos abiertos a Sánchez-Terán que, por su parte, mostraba sin reparos la emoción que para él suponía ser galardonado en la localidad abulense. «No sólo es que te den el premio San Juan de la Cruz, sino que además vienes a Fontiveros, que es la patria de todos los poetas. Venir aquí es volver a casa», decía ilusionado.

«Ha sido un día de poesía, de belleza, de música y de mucho gozo», reflexionaba sobre una intensa jornada que le dejaba muy buen sabor de boca y unas cuantas reflexiones. «No podía soñar que mis poemas se encontraran en este marco y vinculados al nombre de San Juan de la Cruz que para mí ha sido formador, guía, luz e inspiración», alababa al patrón de los poetas.

Se emocionaba tambiénSánchez-Terán al hablar del mimo con el que los responsables del galardón se han encargado de editar la obra, inserta ya en la colección 'Los versos de Cordelia', de la editorial Reino de Cordelia.

«Es un libro escrito en unos lugares muy concretos», explicaba el origen de la obra premiada. «Yo durante muchos años de mi vida, casi dos décadas he vivido en campamentos de refugiados en contextos de conflicto, sobre todo en el continente africano. Y allí, yo diría que a golpe de hachazo vital, de asistir al sufrimiento de los seres humanos he idos escribiendo unos poemas que he tratado de que reflejaran ese sufrimiento, pero también la inmensa esperanza y el inmenso deseo de humanidad que me he encontrado por donde he ido».

Sánchez-Terán, contaba, fue juntando poco a poco todos esos poemas hasta dar forma a un libro «que busca reflejar ese dolor en esas fronteras humanas  que están por todas partes, que deberían ser lugares de encuentro pero son lugares de separación. Y algo para mí más profundo, más esencial, que es el vínculo que nos une a todos los humanos por encima de las creencias».

Ese vínculo, que el autor denomina en el libro «el sentido» es para él «lo esencial, y esa exploración de las lindes del mal, dónde están y cómo las superamos. Y digo algo que creo profundamente y es que la linde del mal es un ser humano buscándola».

Para el presidente de la Diputación Provincial, al final, «si queremos que cualquier sociedad aspire a ser próspera no solamente tiene que creer en la cultura como un pilar fundamental, también tiene que invertir en ella». Por eso aplaudió el apoyo dado a la poesía desde Fontiveros, cuyo alcalde, David Sánchez, la de ayer era una jornada especial que no se limitó sólo a la entrega de un premio. «Tenemos la suerte de que somos la cuna de San Juan de la Cruz, patrón de los poetas, y a través de su persona y de la poesía hemos tenido una jornada lo más completa posible», decía el alcalde fontivereño.