El Gobierno quiso tranquilizar ayer a los empresarios ante el caos y la incertidumbre que se había creado en España ante el fin de los expedientes de regulación temporal de empleo el próximo 28 de febrero, con una reunión en la que planteó a los agentes sociales no prorrogar más allá de este plazo los que estén vinculados a la pandemia y activar los establecidos en la reforma laboral.
En la reforma laboral se contempla lo que se denomina Mecanismo RED, unos nuevos ERTE que permitirán reducir jornada y suspender el empleo de los trabajadores al estilo de los ERTE-COVID ante crisis cíclicas y sectoriales.
Los RED sectoriales deben ir acompañados de un plan de recualificación. Para evitar el ajuste de empleo tradicional, la empresa puede activar este mecanismo durante un plazo máximo de un año (seis meses, con posibilidad de prorrogar seis meses más) y facilitar el paso de sus trabajadores a otra empresa mediante su recualificación. Para ello, además, la sociedad de destino accederá a una bonificación del 50% durante seis meses, según lo acordado en la reforma laboral, también para las agencias de viajes, una de las actividades que más trabajadores tiene aún suspendidos de empleo, según fuentes sindicales.
Junto a ello, el Gobierno garantizó el mantenimiento del nivel de prestaciones a los ERTE por fuerza mayor que aún se mantengan después del 28 de febrero, fecha en la que finaliza la actual regulación.
La propuesta, realizada en el marco de una reunión tripartita de la Comisión de Seguimiento de los ERTE, no convenció a CCOO que, aunque entiende que hay que desplegar los mecanismos de protección contemplados en la reforma laboral, también defendió la necesidad de pactar la transición desde los ERTE-COVID a los nuevos ERTE de la reforma para que no existan «vacíos».
Esta transición, señalaron fuentes de CCOO, podría hacerse de dos modos: prorrogando los ERTE-COVID más allá del 28 de febrero o complementando la protección actual.
«El Gobierno ha tomado nota y realizará una propuesta de adaptación que, partiendo de la activación de los mecanismos ordinarios pactados en la reforma laboral, permita hacer una transición ordenada», apuntaron desde CCOO, que añadieron que un mecanismo tan exitoso como ha sido el de los ERTE «no puede verse empañado por una transición precipitada».
Así, el sindicato consideró «imprescindible» mantener los niveles de cobertura y protección social ante la vuelta a la normalidad en la mayor parte de los sectores, así como los que sean necesarios para reforzar aquellos sectores especialmente afectados por la pandemia y con problemas que podrían acabar siendo estructurales.
Por su parte, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) expuso en la mesa de diálogo «la necesidad de que haya mecanismos de acompañamiento para los sectores que están en ERTE», como indicaron fuentes de la patronal.
Por su parte, el Ministerio de Trabajo difundió un comunicado en el que señaló que en la reunión de ayer con los agentes sociales se debatió «cómo hacer el tránsito más adecuado y sencillo de los ERTE vigentes» a los nuevos instrumentos de la reforma laboral, garantizando la mayor protección a los trabajadores y a las empresas afectadas.
Asimismo, el Gobierno recordó que los ERTE «han salvado más de 3,6 millones de puestos de trabajo y más de 500.000 empresas».
La Comisión volverá a reunirse, previsiblemente, el próximo lunes para seguir debatiendo como realizar la transición hacia los mecanismos de la reforma laboral.
Protección
La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, declaró ayer, sobre el final de los expedientes de regulación temporal ERTE, que el Gobierno va a seguir protegiendo a los trabajadores que se encuentren en situaciones de vulnerabilidad.
Maroto subrayó que los ERTE son la medida «más importante para salvar empresas y trabajadores», por lo que el Gobierno y los agentes sociales van a estudiar la forma en que esos ERTE COVID-19 se transformen en los ERTE estructurales que contempla la nueva reforma laboral.