El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León autorizó el expediente de la Gerencia Regional de Salud para la dotación de nuevo equipamiento diagnóstico de alta tecnología (TAC) para Ávila, presupuestado en casi 600.000 euros.
El hospital Nuestra Señora de Sonsoles de Ávila verá incrementada su capacidad asistencial con una nueva tomografía axial computerizada (TAC), equipamiento de alta tecnología que facilitará la realización de procedimientos diagnósticos e intervencionistas en este centro hospitalario de Sacyl.
Para ello, la Junta autorizó a la Consejería de Sanidad el gasto, presupuestado en 578.009 euros, para la renovación de uno de estos equipos de los que dispone el Complejo Asistencial de Ávila.
La iniciativa de la administración sanitaria castellana y leonesa cuenta con la financiación de la Unión Europea a través de los Fondos 'Next Generation UE', más concretamente en lo referido a la inversión en equipos de alta tecnología del Sistema Nacional de Salud, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España.
Es decir, el nuevo equipamiento que sustituirá a uno actual se financiará con fondos europeos, al igual que sucede con el nuevo acelerador lineal que se espera que llegue también al hospital Nuestra Señora de Sonsoles este año.
En el Complejo Asistencial de Ávila, según la última información disponible, se cuenta con tres TAC, dos en el hospital Nuestra Señora de Sonsoles –uno de los cuales se renovará– y uno más en el hospital Provincial, que se incorporó en el verano de 2020, en plena pandemia con la intención de que este centro ganara capacidad de diagnóstico y se flexibilizara la hospitalización.
Tras anunciarse el nuevo TAC, los procuradores abulenses del PP en las Cortes de Castilla y León, María Ángeles Prieto, Miguel Ángel García Niet y David Beltrán, expresaron su «satisfacción y agradecimiento» con esta dotación. «Es, sin duda, un nuevo paso adelante del Gobierno de Fernández Mañueco en el incremento de la capacidad asistencial del principal centro hospitalario de la provincia, lo que demuestra el compromiso de la Junta con la calidad sanitaria en Ávila», aseguraron los parlamentarios. Además, remarcaron que el hecho de que la capital sea una de las primeras en beneficiarse de la inversión de estos fondos europeos en la inversión de alta tecnología de sanidad, «pone de manifiesto la sensibilidad del Ejecutivo autonómico con los abulenses en la distribución de los fondos».
Cuando se anunció a mediados de 2021 que se iba a producir esta renovación dentro del Plan de Inversiones en Equipos de Alta Tecnología (Inveat) se explicó que se contemplaba la inversión de un TAC de 64 cortes.
Hace unos días, según recogía la agencia Ical, se explicaba que el parque de este tipo de equipamientos en la red de hospitales públicos de la Comunidad sumaba 36 TAC de diferente tipología, estando prevista que en los próximos meses se renueven once de ellos.
Castilla y León ya cuenta con una inyección de 38,24 millones de euros de fondos europeos que le permitirán avanzar en la reconstrucción de su sistema sanitario, muy tocado por dos años de pandemia. Son fondos que se destinarán a la transformación digital, al desarrollo sostenible y al reto verde, retos que también implican a la Consejería de Sanidad, donde la innovación organizativa y tecnológica cobra una importancia vital.
Dentro del proceso de renovación de equipamientos en la sanidad abulense hay que recordar que el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León aprobó a principios del mes de mayo un nuevo equipo de resonancia magnética, presupuestado en casi 1,4 millones de euros, para el hospital abulense Nuestra Señora de Sonsoles. Lo que hizo la institución regional es dar luz verde al expediente de la Gerencia Regional de Salud destinado a la contratación del suministro, las obras de instalación y la puesta en funcionamiento de un nuevo equipo de última generación de resonancia magnética, financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional 'REACT-UE'.
El contrato, presupuestado en 1.373.350 euros, también incluye la retirada de la actual instalación, con doce años ya de funcionamiento y un elevado uso, por lo es necesaria su sustitución por una dotación más avanzada tecnológicamente, lo que redundará en un mayor precisión diagnóstica, más eficiencia operativa, incremento en la velocidad de los estudios diagnósticos y mejora en la calidad de imagen de las pruebas.