Una noche más en el convento

D.A.
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La fiesta de la Toma del Hábito de Santa Teresa se celebró en la Encarnación. La procesión de regreso de la imagen de la Santa a su casa natal tuvo que suspenderse por la lluvia

El prior de la Santa, David Jiménez, habla con los anderos para adoptar la decisión de suspender la procesión - Foto: David Castro

La imagen barroca de santa Teresa de Jesús de Gregorio Fernández fue testigo, como lo ha sido en escasas ocasiones a lo largo de los último decenios, de la fiesta de la Toma de Hábito de Santa Teresa. Aunque en honor a la verda hay que  indicar que  en los últimos ocho años esta ha sido la tercera vez que se repite, después de que ocurriera en el 2014, en el V Centenario del nacimiento de Santa Teresa y en el 2017, en el primer año Teresiano Jubilar periódico. Un acto que se lleva a cabo en el interior del templo de la Encarnación y  en el interior de la sala de clausura donde se encuentran las carmelitas, rememorando  el momento de la entrada como hermana carmelita de Teresa de Cepeda y Ahumada en el convento de la Encarnacion. La ceremonia se recuerda de una manera fidedigna y al inicio de la Santa Misa, que en esta ocasión fue presidida por el prior de La Santa, David Jiménez, CD. Una misa que, a pesar de las inclemencias del tiempo estuvo repleta de fieles, muchos de ellos carmelitas (religiosos y religiosas) procedentes de distintos países del mundo. La lluvia que de forma ligera extendió su manto a lo largo de la tarde se mantuvo también en el momento de la salida de la imagen de Santa Teresa e impidió que la imagen barroca regresara en procesión en la noche de ayer a su casa natal . Al final al final, el regreso se producirá mañana noche noche, a partir de las 20 horas. La decisión se adoptó después de comprobar que la lluvia no amainaba y para evitar que sucediera lo que ocurrió en el año 2017, cuando la lluvia hizo su aparición en el último tramo de la procesión y caló a la imagen.

Llegada. La imagen había llegado al convento de la Encarnación el pasado día 1, precisamente para conmemorar este acontecimiento tan importante en la vida de Teresa de Jesús y donde vivió algunas de sus experiencias místicas más significativas, como la Transverberación.

Para evitar que esta misma lluvia pudiera afectar a la imagen del gran imaginero barroco castellano los anderos tenían previsto  unos plásticos que hubieran protegido a la imagen en caso de lluvia. Pero al final se optó por que la imagen pernoctara una noche más en la iglesia del convento de la Encarnación, para el recogocijo de la carmelitas, que podrían tener en su casa una noche más a esta histórica imagen, que preside la iglesia estos días junto a su imagen de la Virgen de la Clemencía.