El deporte se echa a la calle

Mayte Rodríguez
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El regreso del Día del Deporte en la Calle tras la pandemia resultó un éxito, con casi ochocientos participantes, principalmente niños de hasta catorce años

El deporte se echa a la calle - Foto: David Castro

Álex, Marcos, Darío, Juanjo y David quedaron este domingo de buena mañana para participar en las actividades del Día del Deporte en la Calle, que ofrecía la posibilidad de practicar una treina de disciplinas deportivas. Ellos pertenecen a la cantera del Óbila C.B., así es que comenzaron el día jugando a baloncesto en la plaza de Santa Ana, donde el club tenía instaladas canastas y otros elementos para la práctica de ese deporte. Pero enseguida cambiaron la bola de basket por las raquetas de pickleball y echaron un partido. En ese mismo espacio urbano que cambió el tráfico rodado por el deporte podía practicarse también el hockey, el ciclismo -había un circuito instalado- y varios deportes adaptados. Entre ellos, una silla joelette y una bicicleta adaptada para personas en silla de ruedas. «Explicamos a los niños que vienen cómo tienen que usar la bici y  a los que se animan a sentarse en la silla Joelette les llevamos buscando aceras y otros obstáculos para que se hagan una idea de la dificultad», nos explicaba Rubén, el monitor de Pronisa encargado de recibir a los muchos niños que pasaron por allí para practicar deporte inclusivo.

Una vez que agotaron las posibilidades que ofrecía la plaza de Santa Ana, el grupo de chavales de la cantera del Óbila, igual que otras tantas pandillas de amigos a los que se veía con equipaciones deportivas diversas, se acercaron hasta el Mercado Chico, otro de los espacios urbanos elegidos para este Día del Deporte en la Calle, recuperado por el Ayuntamiento de Ávila tras los dos años de pandemia y que, según cálculos del mismo, congregó a casi ochocientos participantes. Una vez que los chavales se inscribían en el evento en alguno de los puntos instalados en cada una de las zonas habilitadas se les entregaba una camiseta conmemorativa de color amarillo, así es que el centro de Ávila se vistió ayer de ese color. En esos mismos puntos había comida y bebida para que pudieran reponer fuerzas.

 El Chico era precisamente el lugar donde más disciplinas deportivas podían practicarse. Desde voleibol o kickboxing pasando por gimnasia rítmica, tenis o esgrima. Para animar a los más pequeños a probar con deportes diferentes a los habituales allí estaban los monitores de cada club, jovencísimos la mayoría de ellos, dándoles la bienvenida y ofreciéndoles unas nociones básicas con las que iniciarse en cada disciplina. Rodrigo se animó con la esgrima, atraído por la espada blanda que le ofrecían para iniciar el combate, aunque pronto se cambió y se fue a la pista de kickboxing a seguir con la lucha, aunque bajo otras reglas. De eso se trataba precisamente, de «acercar a los jóvenes a la práctica de otros deportes», se destacó por parte del Ayuntamiento de Ávila, que agradeció la colaboración de todas las delegaciones y clubes deportivos de la ciudad que se sumaron a este evento haciéndolo posible, así como entidades y empresas privadas que colaboraron.

El deporte se echa a la calleEl deporte se echa a la calle - Foto: David CastroMientras un gran rocódromo presidía el Paseo del Rastro para fomentar la escalada, allí mismo podía también practicarse atletismo en distintas modalidades, así como ajedrez y ping pong, con el que también se animaron los chicos de la cantera del Óbila. 

Y en los Jardines de San Vicente se encontraban los deportes tradicionales. Desde el billar romano hasta la herradura pasando por la llave o la rana, además de la calva. Enseñando a jugar a la llave encontramos a Atalo Martín, quien nos manifestó la necesidad de que este tipo de juegos autóctonos «se practiquen más en las escuelas y así los niños los conozcan y puedan practicarlos porque hoy se están divirtiendo mucho», aseguró.

Allí mismo, junto a la Muralla, varios niños hacían cola para jugar al béisbol. También pusieron a prueba la puntería los que hicieron tiro con arco  muy cerca de la plaza Santa Teresa. La mañana resultó intensa y emocionante a partes iguales tanto para quienes mostraron sus deportes a los demás como quien disfrutó practicando nuevas disciplinas. Por cierto, no faltó un sorteo de regalos como colofón.