El Real Ávila se viene abajo

Área 11
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3
Burgos Promesas 2000
0
Real Ávila
Finalizado
Tras un buen partido ante el Burgos Promesas, el equipo se derrumbó con el 1-0 de Gabri en el 75'. Cierra la primera vuelta -a falta de acabar el partido ante el Almazán- noveno a 9 puntos del Numancia B, cuarto

Poco le duró al Real Ávila el subidón de su triunfo frente a la Segoviana. El cuadro encarnado cayó en su visita al campo del Burgos Promesas después de hacer un gran desgaste hasta bien avanzada la segunda parte. Los locales estuvieron incómodos hasta el minuto 75 pero tras marcar el 1-0 soltaron lastre y disfrutaron de un plácido tramo final ante un rival resignado a su suerte. El resultado no refleja la igualdad reinante, si bien los burgaleses encontraron el premio deseado al mejorar sus prestaciones en la segunda parte. Los cambios resultaron pues de gran ayuda para un equipo con mejores aspiraciones de cara a la presente temporada que supo esperar su momento para sellar los tres puntos en su propio feudo.

Pero hasta el ese momento clave el Real Ávila controló al Burgos Promesas 2000, incapaz de mostrar algunas de las virtudes que le han llevado a ser la gran revelación de la temporada. El bloque de Carlos Aguilera quiso imponer su estilo de salida y protagonizó su primer acercamiento peligroso en un centro de Barahona al que Cerezo no llegó por poco. Con esta ocasión el equipo daba señas de que venía a luchar, y que no iba a ponerle para nada fácil unos noventa minutos de partido que por largos momentos parecían inacabables para los jugadores.

A partir del minuto 10 los encarnados –en Castañares de azul– cogieron el pulso al encuentro para firmar sus mejores momentos. Una volea lejana de Rubo fue la respuesta de un conjunto visitante que poco a poco llevó el choque a su terreno.

El Burgos Promesas 2000 no quiso precipitarse, confiado en que antes o después llegaría acción deseada. Sea como fuere, los naranjas apenas inquietaron a Alberto y el Real Ávila tuvo el 0-1 en el minuto 43 en un libre directo de Manu Moreira que obligó a Sergio a intervenir junto a la escuadra. La manopla del guardameta, que estuvo bastante acertado durante el partido, interrumpía el ataque de una línea ofensiva que no se daba por vencida.

El descanso permitió a Carlos Aguilera reorganizar a su equipo, el cual dio un paso adelante. Apenas hubo continuidad y, con más ímpetu que ideas, los naranjas mejoraron sensaciones al encadenar tres córners y un disparo de Dava desde la frontal tras el lavado de imagen que supuso la charla del técnico.

El Real Ávila no generó peligro y un remate tan lejano como desviado de Peli en el minuto 63 fue de lo poco a destacar de los azules. El encuentro se encaminaba hacia el 0-0, sobre todo por acciones como una falta lateral perfecta sin rematador que manifestaban la tónica del encuentro: ocasionas existían, y muchas, de hecho, pero ambos equipos no lograban hacerse con la efectividad y esa pizca de suerte que muchas veces es necesaria para abrir el marcador en un partido en el que pasan los minutos y uno no ve su recompensa.

El partido entró en una pequeña fase de ida y vuelta de la que salió ganador el equipo burgalés. El Real Ávila tuvo su opción al contragolpe, pero esta vez fue Gato el que no conectó con el balón en boca de gol y lo pagaron caro. A continuación llegó el 1-0 y el principio del festival local, que celebró el tanto sabiendo a la perfección del esfuerzo que había implicado, pero siempre conscientes de que ahora les tocaba contener la respuesta que podían ocasionarles tras un gol que parecía no haberles hundido.

En una de las contadas acciones con profundidad por banda el Burgos Promesas aprovechó el balón atrás de Cortés para adelantarse con el remate de Gabri. El tanto liberó a los de casa y fue una pesada losa para un Real Ávila desdibujado desde entonces. El gol, a parte de poner todavía más tierra de por medio, lograba hundir a un equipo que venía firmando una seria actuación.

El Burgos Promesas 2000 aprovechó la situación para redondear con una sonrisa una tarde complicada. Gabri ganó una pelota en la frontal, se apoyó en Barahona y el mirandés remató con acierto para sentenciar el partido. Solo quedaba esperar el pitido final. Con todo, aún hubo tiempo para el tercer tanto en un despeje sin peligro. Alberto salió a destiempo y Ortega se llevó el balón dividido para hacer el 3-0 a portería vacía.