El Real Ávila quiere ser equipo de Segunda División B el próximo curso. «Tenemos claro que éste tiene que ser nuestro año. Mostramos nuestras cartas a luchar por todo» afirmaba con firmeza y rotundidad Carlos González, director deportivo del Real Ávila, precisamente en la presentación de la última carta que los encarnados van a poner encima de la mesa en esta particular partida. Un ‘as’ en la manga de última hora llamado Ruba Sanz, un viejo conocido de la afición encarnada por su paso por el Real Valladolid B y especialmente la Arandina. Con ambos logró el ascenso a Segunda División B que tanto se ansía en la parroquia encarnada, que este año tiene motivos para ilusionarse con el equipo que se ha decidido construir desde el pasado verano y al que se le siguen dando retoques para mirar con claridad a lo más alto. Porque Ruba, que llega procedente del Alcoyano tras rescindir su contrato a inicios de año, aterriza para subir el nivel en un vestuario al que ahora será José Manuel Jimeno quien deba dar una vuelta de tuerca. En sus manos muchos y muy buenos. Toca darles acomodo sobre el césped para sacarles el máximo partido.
«Se trata de un fichaje que nos hace mucha ilusión» señalaba Carlos González tras una negociación que hace unas semanas ni se preveía. «El pasado 4 de enero rescindí mi contrato con el Alcoyano. Estaba buscando equipo cuando Rubiato subió una foto al Twitter» explicaba Ruba. Una foto en la que el actual jugador del Real Ávila decía aquello de «siempre en mi equipo. Ojalá una última vez». A partir de ahí comenzaron los contactos con un jugador que hasta ese momento gustaba pero se consideraba fuera de las posibilidades del equipo. Sin embargo la negociación llegó a buen puerto hasta conseguir su llegada.
Conocedor de la categoría, los equipos, los campos y los rivales, el arandino llega «con ganas e ilusión» tras un año y medio en el Alcoyano en el que fue perdiendo minutos y presencia. Es por ello que quería «agradecer la confianza en mi. Es complicado cuando vienes de un sitio en el que no estás contando con muchos minutos». Aterriza con la idea clara de ayudar al objetivo, «que está claro y no hay que tener miedo a decirlo, es el ascenso a Segunda División B» apuntaba. Un jugador para aportar «ambición, trabajo» desde una banda derecha en la que coincidirá con la competencia directa de Rubén Ramiro o Moreira e indirecta de De Mesa. «Deberá ser el míster el que encaje las piezas. Yo tendré que trabajar día a día para ganarme los minutos.La competencia es enorme».
Han llegado Aitor y Ruba en estas semanas. La puerta a nuevas llegadas –se busca lateral derecho– sigue abierta como se ha abierto de par en par la de salidas. «Tenemos jugadores jóvenes que con estas llegadas se les puede cerrar la puerta y estamos en conversaciones con ellos por su bien para que puedan disfrutar de minutos» avisaba Carlos González ante las posibles bajas que podrían anunciarse en próximos días. Los nombres están claros.