"La nave del compromiso"

P.R.
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La empresa abulense DAD Arquitectura, cuyo CEO es Juan Carlos Delgado, ha levantado la nueva nave de Nissan en las Hervencias, que puede convertirse en un nuevo emblema de edificio industrial de la ciudad

Juan Carlos Delgado - Foto: David Castro

Desde el año 2006  es el CEO de una empresa  que se dedica a resolver cuestiones de arquitectura y urbanismo, ingeniería y diseño, tanto industrial como gráfico. Se trata de la empresa DAD Arquitectura, integrada por trabajadores autónomos de arquitectura que desarrolla proyectos tanto en España como en otros países europeos, africanos o asiáticos. Se trata de Juan Carlos Delgado, que tiene una formación de arquitectura y ha trabajado en este área durante toda su vida en diferentes estudios y con diferentes equipos. Entre los proyectos de España figura la nueva nave de Nissan en las Hervencias. Pero su vida también es la música, a la que dedicó los primeros años de su juventud, pero luego dejó por motivos laborales. Ahora en su madurez ha vuelto y se ha integrado en un grupo, Hovercraft, formado por cuatro abulenses, como él, que hacen una música que rememora los años dorados años ochenta y noventa. Especialmente 'Los Secretos', grupo al que admiran y al que han preparado un  interesante trabajo, una 'cover' que les está llevando por distintos escenarios este verano.  

Recuerda Juan Carlos que con DAD Arquitectura comenzaron a trabajar en el año 2006, dentro de la ola de construcción de viviendas que había en España en esos momentos. Hasta que saltó la burbuja. «Justo en el arranque de la empresa estalló la burbuja y desaparecieron las ofertas y los grandes proyectos». La solución que le dieron a esta situación fue buscar nuevos mercados. «Si en España no se construye, en algún sitio se construirá»,  se planteó el equipo de Delgado. De esta forma buscaron mercados exteriores y comenzaron a trabajar en Marruecos y a lo largo del tiempo fueron generando una serie de proyectos en los países costeros de la panza de África, que va desde Mauritania hasta Senegal, pasando por Togo,  Bennin. También han entrado en Nigeria y han  colaborado en el desarrollo de Mozambique con su Gobierno. 

«Durante todo este proceso empezamos a interesarnos en una racionalización de los métodos constructivos y nos incorporamos  de forma directa en la construcción industrializada. Es el futuro del hecho constructivo, de edificios convencionales. Lo lógico es que dejemos ya la mentalidad y los métodos que tenían, pongamos que los romanos, que son los  que seguimos aplicando en la actualidad de una manera lógica». Por eso sostiene que hay que poner sistemas del siglo XXI a ese hecho constructivo. «La teja es un elemento estupendo y lleva 2000 años funcionando, pero en ese momento no había ni generación energética ni Internet, ni instalaciones empotradas. Todo esto se tiene que integrar en el hecho constructivo. Lo tiene que facilitar y agilizar los tiempos». Y añade «en la época que estamos viviendo donde hay una volatilidad increíble en los precios de los materiales. Esto no es solo debido a la guerra actual.  Son planteamientos económicos internacionales que mueven determinados 'lobbies' para tratar de manipular  los precios que a ellos les interesa».

Empresario. Se considera, como afirma, «un mal empresario. El hecho de ser empresario es una circunstancia. No es un deseo fundamental. Pero tiene que ser así. Eso es lo que te da una autonomía grande en todas las decisiones sobre  qué es lo que quieres o no hacer. Empecé a tocar y llegué al mundo profesional muy joven, partiendo de grupos locales de Ávila.  Después acabé en Madrid  tocando en determinados ambientes del Blues o el Jazz. Lo que no podía hacer en ese momento, que ya estaba matriculado en la Escuela de Arquitectura, era compaginar ambos mundos. Había  que tomar una decisión: vendí las once guitarras que tenía y me dediqué a estudiar arquitectura. Una vez tomada esa decisión me he pasado cuarenta o cincuenta años alejado del mundo de la música para el público. Hace unos años me rescató mi amigo Raúl, que ya tocaba conmigo la batería en un grupo local que se llamaba 'Pan y Chocolate', que fue bastante célebre en su momento a nivel local. Un día me llamó para que subiera a tocar con ellos porque se habían quedado sin pianista y me incorporé a su grupo».

Antes se había dedicado a perfeccionar la técnica con las teclas, incorporando las nuevas tecnologías. Comenta que no tiene una gran técnica pianística y reconoce que tiene muchas carencias. «Hasta cierto punto tengo una formación autodidacta. Estudié piano de joven de manera particular y las  bases de la teoría musical con Andrés Piquero. Estuve mucho tiempo con él cuando organizó la Escuela de Música, en el antiguo fielato de la estación, donde realicé los cursos de solfeo y adquirí  todo nivel que me podía transmitir. Después amplié la formación por otra parte. Desde el punto de vista técnico tengo  carencias. Lo cual no implica que esto sea un handicap para la expresividad. En ese momento quiero expresarme emocionalmente a través de  ese instrumento como mejor me venga.  Quiero aportar frescura. Aunque me falta técnica, creo que me sobra cabeza y capacidad de expresión».

Prácticamente siempre ha estado relacionado con el mundo de la arquitectura y de la construcción y en cuestiones empresariales relacionadas con la construcción, independientemente del hecho proyectual. Pero reconoce que lo que  «realmente lo que a mi me interesa es reorganizar humanísticamente el campo donde el hombre se mueve. Tienes una zona de actividad, que será más grande o más pequeña que  puedes mejorar si es posible. Yo trato de mejorar. Si necesitas una vivienda trato de que tu vivienda funcione estupendamente, que tenga unos costos razonables, que funcione energéticamente de forma perfecta, etc. Pero también puedo diseñar el sistema de producción de una cama o puedo hacer el programa de gestión para las máquinas de control numérico que van a  despiezar un determinado elemento de plástico o de madera, de metal, incluso de vidrio. Nosotros trabajamos en ese ámbito. Diseñamos sistemas de producción y objetos. Ahora estamos haciendo una pieza muy curiosa que es un recipiente para tener  los vinos blancos fríos. Para aplicarlo a la hostería».

Han diseñado muchas cosas. En el año 1983, con  poco más de 21 años, consiguió un premio nacional de diseño con un escritorio. El premio lo compartió con Guillermo Capdevilla y otras dos personas más.

Nueva nave de Nissan. La nueva nave de Nissan, en cuya financiación han participado la Junta y también el Gobierno Central, es un proyecto importante para la ciudad porque puede llegar a convertirse en edificio referente industrial de la ciudad. Reconoce que es «un proyecto con muchísimo compromiso.  Ganamos un concurso en Valladolid cuando salió en el año 2018. Diseñamos el  edificio, en función del lugar donde se iba a construir.  El edificio tenía unas necesidades de volumen grandísimas y realmente nos costó  meterlo dentro de la parcela que teníamos, por las dimensiones gigantescas que tiene el edificio. Afortunadamente creo que  encontramos una solución eficaz que protegía la fusión de tránsito que tenía esta parcela entre la zona industrial y la zona residencial. Es la parcela límite y a nosotros nos implicaba especialmente porque estábamos trabajando en  nuestra ciudad y sabíamos lo que representaba esa parcela, ese volumen y esa enormidad, cuando te la encuentras llegando a la ciudad de la Muralla. El edificio impacta, pero impacta positivamente. En las mesas de proyecto hubo muchas discusiones sobre mantener el criterio que teníamos para el edificio ante otros que podrían ser más pragmáticos y más sencillos de construir. Pero no lo  veíamos. Nosotros siempre hemos defendido esa solución como una solución que estéticamente pone a la ciudad en su sitio. El aspecto que hemos buscado es el de parque tecnológico, más que el de parque industrial, con todas las limitaciones que tiene. Las  máquinas que tienen dentro tienen tal altura y tal volumen que necesita ese formato. Es un edificio que tiene más de 300 metros de largo y tiene 21 metros de altura. Esto supone 7 plantas. No aparentan esas siete plantas porque se ha aprovechado la depresión que había en la parcela. La hemos forzado y estudiando un poco el asunto. Hemos conseguido meterlo dentro de los límites del Plan General Urbano de la Ciudad. Realmente estamos bastante contentos con el».

La otra cuestión relativa al edificio es que tecnológicamente tiene unos niveles y unas exigencias muy importantes. De hecho, comenta Delgado que «tanto el material que está funcionando dentro como los sistemas, los puentes grúas, que son las  vigas amarillas que se han visto mucho tiempo sin cubrir. Esos puentes grúas son los más rápidos del mundo. Son los que más deprisa avanzan, dentro de las posibilidades de esa máquina, que pesa 80 toneladas por unidad y que carga 50 toneladas. Tienes 130 toneladas circulando a la máxima velocidad permitida por la  normativa porque se trata de optimizar  los tiempos de carga y descarga de los moldes dentro de la línea de prensas».

Otros proyectos pioneros que ha desarrollado en los países en los que trabajan son  normalmente  viviendas. En Nigeria han preparado un diseño de ciudad completa. Están diseñando una ciudad completa con 10.000 unidades de habitación. Solo la primera fase son cerca de 1.000 viviendas  para unas 45.000 personas. Esto está articulado de tal manera que tiene su propio ayuntamiento su propia comisaría de policía, su propio mercado, su propio hospital, su propia clínica, una mezquita, una iglesia, los colegios…  Pero no son grandes edificios. Solo es un barrio, pero necesitan todas las estructuras».

HovercraFT. Hovercraft surge como hace unos cinco años, a partir de un grupo de gente que ya estaba tocando. «Yo soy un accidente ahí. A mí me recuperan para la música porque el pianista que estaba tocando entonces no podía seguir tocando. Me llama Raúl y subí a ensayar con ellos una tarde.  Les debí gustar, porque me adoptaron y desde entonces estoy con ellos. El grupo ha tenido diferentes movimientos. Al principio éramos seis componentes. Ahora se han resumido a cuatro, un formato más sencillo para manejarte. Hay menos problemas de organización, pero es la única ventaja, porque siempre más gente te hace disponer de más instrumentación. Pero tratamos de suplirlo con el trabajo que realizamos con el teclado». 

El grupo se ha especializado en música de los años 70-80 y 90 porque «es una herencia de la antigua formación. A partir de ahí siempre he insistido en tocar temas que hemos compuesto nosotros. Ya tenemos algunos que tocamos en los conciertos. Los temas que yo suelo componer se basan en acontecimientos históricos. Hay uno que se titula 'Mil hojas caen', que compuse al día siguiente de los atentados de Barcelona. Es un alegato contra el terrorismo y la irracionalidad».

Han recuperado a uno de los grupos emblemáticos de España. Es un grupo afín a nosotros. «Los Secretos son una institución. Es un grupo transgeneracional. Llevan en marcha desde el año 1979 y estamos en el 2022. Ahora mismo tienen clientes de tres generaciones. Siguen su misma línea poética. Su poesía es  personalista y ciudadana. La letra y la música tiene las influencias lógica que tenemos todos los que hemos pasado por esa edad y por esta época». Su música tiene  influencia de la música celta y la música tradicional sudamericana. Además, Enrique Urquijo, a pesar de su desaparición sigue estando en el grupo.

 

¿Qué es lo primero que se le viene a la cabeza sobre Ávila?

Dorar la píldora es fácil, pero creo que se han perdido históricamente muchas oportunidades para definir una ciudad mejorada que permita vivir 'completamente' a sus ocupantes. Es decir: económica, cultural, profesional y personalmente.

¿Qué es lo que más le gusta de Ávila?

Me gusta su oferta de vida tranquila. También el firme cimiento cultural que aporta su historia y su patrimonio. Servirá de base de despegue si sabemos aprovecharlo.

¿Y lo que menos?

El conformismo y conservadurismo de sus habitantes y el poco empuje que se detecta en general. Pocos trabajan y se arriesgan de verdad para mejorar el mundo.

Un lugar para perderse.

Un paseo nocturno por el casco histórico iluminado, con vistas al Valle Ambles. Relaja y entusiasma a partes iguales. También podría ser un bar con cerveza fría, tapas y música en directo cualquier tardenoche de un fin de semana.

   

Un recuerdo de su infancia.

Las mañanas de patinaje sobre el hielo, en la balsa del molino con los vecinos del barrio en las vacaciones de Navidad. O los dominicales partidillos de futbol con los seminaristas de sotana en la arboleda de San Segundo.

Un personaje abulense que le haya marcado.

Por supuesto que los místicos han influido fuertemente, pero también el polifonista renacentista Tomás Luis de Victoria y su retórica de la música que fue una revolución sublimada en su época.

El mayor cambio que necesita Ávila es...

Desprenderse de la caspa. Al futuro se llega desde el pasado, pero dejando la caspa allí. Hay que desarrollar el tejido empresarial y apoyar a los emprendedores para que el balance social entre ingresos y gastos sea positivo. La caspa pesa mucho.

Y Ávila tiene que mantener...

Debe mantenerse y potenciarse la base cultural que la ciudad ofrece. Hay mucha gente en ese substrato que trabaja desde hace tiempo para sostenerlo: literatos, pintores, poetas, músicos, actores, arquitectos…., que desde aquí  llegan al exterior haciendo patria, casi siempre con poco reconocimiento local.

¿Qué le parece la ciudad hoy?

 En el sentido personal y familiar, una delicia para la gente como yo, con la vida hecha. Pero los jóvenes se van a estudiar y no vuelven. No existe una malla empresarial que absorba titulados. Los dirigentes deben crear las condiciones para evitarlo.

¿Cómo ve Ávila en el futuro?

Depende de nosotros, ya que elegimos a nuestros dirigentes, que a su vez definirán el rumbo que seguirá la ciudad. Si acertamos, nos colocarán en la senda del futuro. Si no acertamos, los ciento diez locales comerciales cerrados que fotografié durante un paseo se multiplicarán y poco a poco se amortizarán las plazas de públicas, disminuirá la población y acabaremos echando el cierre, o poco menos. Pero seamos optimistas y exijamos resultados.

¿Qué puede aportar a Ávila y su provincia?

Apoyo general e ideas a todo el que empuje honradamente hacia adelante. Tengo una buena capacidad de actuación transversal a muchas disciplinas tanto técnicas como artísticas, y una desinhibición total que me permite ser bastante útil.

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