Cuando los niños de San Ildefonso cantaron a las 11,21 horas que el 05.490 era el Gordo de este año, el Teatro Real estalló de júbilo. Y esa alegría, además, se vio incrementada porque una de las agraciadas  se encontraba presente en el lugar del sorteo. Perla Gavidia tardó 40 segundos en darse cuenta de que tenía en su poder un boleto del primer premio y no dudó en proclamar su suerte a los cuatro vientos.

Desempleada desde hace unos años, esta mujer procedente de Perú que lleva dos décadas residiendo en España había comprado 95 décimos en diferentes puntos de España para ver si su suerte mejoraba. Eso sí, solo contaba con un billete con ese 05.490.

Perla explicó que trabajaba como camarera en la cafetería del Palacio de la Moncloa. «Nos retiraron a los trabajadores que llevábamos muchos años allí. Cuando entró el señor Pedro Sánchez, lamentablemente hubo problemas», afirmó.

«Esto es obra de Dios. Dios es grande, sabe por qué hace las cosas», comentó también la agraciada, tras un primer intento de comprobación del décimo en el patio de butacas, de donde salió escoltada por personal del Teatro Real y profesional de equipos de emergencias. Y es que los médicos del recinto se tuvieron que ocupar de la mujer tras el alivión de personas que se acercaron para felicitarla.

En un primer momento, las asistencias sentaron a Perla en una silla, desde donde atendió a los medios de comunicación, para posteriormente tomarle las constantes vitales. «Estaban muy estables y muy vitales», apuntó uno de los profesionales sanitarios, que agregó que se encargaron de evacuarla «para sacarla del agobio y que no estuviera tan expuesta». «Ha llamado a un taxi y le hemos recomendado que guardase bien el décimo, que se pusiese un gorro y se ha ido con sus dos hijos a su casa», indicó.

Perla aseguró que el dinero servirá para comprarse una casa en Madrid, donde vive de alquiler, y también lo empleará para hacer un viaje con ellos. «El año pasado vinimos al Teatro Real y casi me llevo el tercer premio. Ahora mi vida ha cambiado, con esto me dará para pagar la universidad de mis hijos», afirmó. Asimismo, adelantó que destinará parte del premio a la Iglesia Católica, y espera gastar el dinero «humildemente», al tiempo que reveló que este momento lo soñó. «Mi padre fallecido entró en mis sueños y me dijo que jugase», confesó.