Las fiestas de San Juan bajaron ayer el telón y lo hicieron como se merece, con  la misa y procesión en honor de su patrón, con una gran afluencia de asistentes. Han sido días inolvidables para el barrio en los que, como es lógico, destacó la hoguera prendida el domingo y las luminarias alrededor de la iglesia de San Juan. Bellos gestos que siempre quedan grabados en la retina y que se acompañaron de otros multitudinarios y es que las verbenas que tanto se agradecen y respaldan en los últimos tiempos  no fallaron y estuvieron animadas por numeroso público con ganas de echarse a la calle, pero sobre todo de permanecer en ella. El Mercado Chico ha sido el epicentro de la celebración y eso se ha notado en la afluencia a los establecimientos de la zona, que también han estado más concurridos de lo habitual. 

Cinco jornadas festivas e intensas a las que se dio el pistoletazo el pasado jueves (aunque el barrio se decoró para la ocasión hace ya diez días). Desde entonces se han sucedido los eventos religiosos, los musicales y por supuesto los momentos gastronómicos e incluso los deportivos (como fue el caso de un espectáculo de zumba).

El día 20 tocó concurso de postres, discoteca y ‘beer pong’, el viernes chocolatada y orquesta y el sábado, pasacalles con charanga y por la noche, como decíamos una de las verbenas más multitudinarias. 

El fin de fiesta el domingo fue como siempre especial ya que a la comida popular le siguió el mus y también zumba por aquello de desengrasar y el cúlmen fue esa hoguera de buenos deseos y purificadora que tan característica es del verano que acabamos de estrenar. 

Ahora, ya sí, sólo queda despedirse hasta el año próximo en el que se renovarán las ganas de celebrar al patrón y cuyos preparativos seguro que han comenzado ya.