Uno de los monumentos más emblemáticos de la provincia de Ávila y, sin duda, también uno de los que más historia de nuestro país encierra, es el de los Toros de Guisando, ubicado en el término municipal de ElTiemblo. Los cuatro imponentes berracos vettones recibieron el año pasado 10.119 visitantes, una cifra elevada, que supone un 38 por ciento más que las visitas del año anterior (que se quedaron en 7.332), pero que no igualan aún la cifra media de los años previos a la pandemia.
Así lo explica a Diario de Ávila Julián Juste, propietario del monumento, que recuerda cómo el confinamiento y los cierres perimetrales con otras comunidades autónomas afectaron mucho el volumen de visitas, y que se muestra contento con cómo se ha desarrollado 2021. «La verdad es que no ha ido mal, y de no haber sido por el primer trimestre (que se mantuvo cerrado) estaríamos por encima de las cifras habituales», apunta Juste, que desglosa para Diario de Ávila las cifras de entradas vendidas en losToros de Guisando. Así, si en el primer trimestre no se abrieron sus puertas, en el segudo fueron 2.475 las personas que acudieron a visitar el monumento, una cifra que aumentó hasta las 3.141 en el tercer trimestre y que alcanzó las 4.498 visitas en los tres últimos meses del año, los de más actividad en este sentido.
Lo cierto es que, como recalca Juste, el movimiento en los Toros de Guisando termina repercutiendo positivamente en su monumento 'hermano', el del Monasterio de San Jerónimo de Guisando, ubicado en el cerro del mismo nombre y a muy poca distancia de los berracos. «Nos ayudan a tener margen para hacer cosas en el monasterio», abunda en la idea Juste, preocupado siempre por consolidar y mejorar la otra joya histórica de la zona.
El año pasado fueron 651 las personas que en algún momento recorrieron un monumento cuya historia se remonta al siglo XIV y que se conserva en forma de ruinas románticas. La cifra es también más alta que el año anterior, cuando accedieron a este emplazamiento 597 personas. O lo que es lo mismo, el año pasado aumentaron las visitas en el monasterio un 9 por ciento.
Por trimestres, en este caso fue el tercero del año el que tuvo más movimiento, con 245 entradas contabilizadas. Curiosamente, el segundo y el tercer trimestre la cifra de visitas fue idéntica, 203. Mientras que en el primer trimestre, debido a los cierres perimetrales, nadie pudo visitarlo.
MONASTERIO DE GUISANDO
La 'salud' del Monasterio de Guisando, uno de los primeros monasterios fundados en la Península Ibérica por la orden de los Jerónimos, mejora poco a poco. La primera fase de las obras de consolidación del monumento acaban de concluir con éxito y el responsable del mismo, Julián Juste, piensa ya en una segunda fase.
A la espera de saber cuándo podría comenzar ésta, de lo que sí se tiene ya certeza es de que gracias a estos primeros trabajos, en los que la propiedad del monumento ha invertido cerca de 70.000 euros, se ha podido recuperar la mitad del tejado dela Casa de Legos.
«Hemos tenido que modificar nuestro planteamiento inicial», explica Juste, que apunta en primer lugar que si bien se tenía pensado haber recuperado el 20 por ciento de esa cubierta, su mal estado obligó a ampliar los trabajos en esta zona hasta llegar al 50 por ciento y a reorganizar el resto de medidas que estaban previstas. «Al ir abriendo en el tejado se vio que había más zonas en mal estado, por lo que se decidió seguir avanzando por ahí», prosigue Juste, que aclara que estos trabajos se han hecho mediante un sistema que permitirá, en un futuro, poder concluir la recuperación de la cubierta sin tener que levantar lo que ya está hecho.
En cualquier caso, lo cierto es que el haber tenido que invertir más medios en la cubierta de la Casa de los Legos ha hecho que se haya tenido que reorganizar la inversión y los puntos en los que finalmente se ha actuado, aparcando, al menos de momento, los aspectos más estéticos previstos en un primer momento en esta primera fase. Estos pasaban, explica Juste, por la recuperación de las columnas descontextualizadas, movidas en su día por la marquesa de Castañoza, propietaria en su momento del monasterio, y su colocación en su emplazamiento original.
más actuaciones. «También hemos recuperado y consolidado el horno de pan», prosigue hablando el actual propietario del conjunto, que habla también de cómo se ha cambiado una viga del refectorio y cómo se han limpiado las zonas de granito de la subida al puesto del lector y las ventanas que, eso sí, deberán esperar a la siguiente fase para su recuperación total.
Entre las actuaciones que sí se han podido llevar a cabo, menciona Juste la consolidación de la zona de acceso al antecoro de la iglesia. Y destaca también el forjado de la panda oeste del claustro principal, cuyo conjunto, así como la arquería, se han sujetado y arriostrado.
Preguntado por cuándo podría dar comienzo la segunda fase de las obras de consolidación y mejora del conjunto arquitectónico ?(declarado 'Paraje Pintoresco' y Bien de Interés Cultural, junto con los Toros de Guisando) su principal responsable asegura que querría que fuera lo más pronto posible. Pero todo dependerá, ante todo, de sus posibilidades económicas. «Es posible que la Administración nos devuelva una parte de lo que hemos invertido en esta primera fase», se muestra esperanzado Juste, que adelanta que, si eso ocurriera, podría ejecutar una segunda fase. «Lo que queremos es ir luchando contra la ruina, e ir consolidando cosas para intentar revertir ese estado de ruina», concluye el principal promotor de la recuperación del Monasterio de Guisando.