Los agujeros negros del urbanismo

E.Carretero
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Lo ocurrido con el pequeño Julen ha despertado gran sensibilidad respecto a las perforaciones de tierra, lo que incluye la más de media docena de registros de alcantarillado sin tapar que desde hace tiempo existen en la capital

Los agujeros negros del urbanismo - Foto: David Castro

Lo ocurrido hace unas semanas en Totalán (Málaga) ha despertado gran sensibilidad respecto a estas infraestructuras y también preocupación entre la población que ahora mira con especial recelo perforaciones sin tapar que siempre han existido pero que nunca, hasta el trágico suceso del pequeño Julen, habían generado el grado de preocupación actual. De hecho, en las últimas semanas están saliendo a la luz denuncias públicas de pozos, sondeos y otras oquedades de tierra que podrían suponer un peligro para animales y personas al no contar con las medidas de protección y seguridad necesarias.

Los abulenses no están al margen de esta preocupación y de hecho ahora miran con recelo cualquier perforación en la tierra con el objetivo de alertar de su existencia. Es el caso de Eduardo Hernández, vecino de Ávila y administrador del grupo de Facebook ‘Críticas y Sugerencias en Ávila y Provincia’ donde ya ha advertido de la presencia de varias de estas oquedades en la capital abulense. La última vez este jueves cuando   compartió en el grupo que administra varias fotos de «dos pozos sin tapar» que había encontrado esa misma mañana mientras corría por la zona del Valle Amblés y en este caso en las proximidades de las calles Dalia y Siempreviva.  «Cuidado ¡¡¡los que tenéis mascotas y los sacáis por esa zona», advertía en su publicación este usuario a la hora de alertar de la presencia de estas dos perforaciones, situadas a unos 5 ó 10 metros de distancia entre sí que pese a no estar a ras de suelo sí pueden ocasionar accidentes a corredores o vecinos con sus mascotas.  «Cualquiera puede tropezar corriendo o cuando pasea a su perro, más por la noche que no se ve nada», afirma el administrador de este grupo de Facebook donde a mediodía de este viernes esta publicación ya había sido compartida 261 veces.

Puestos en contacto con el Ayuntamiento de Ávila, explican que las fotos compartidas en este grupo se corresponden con «registros de alcantarillado de un plan parcial cuyas obras no han sido recepcionadas por  el Ayuntamiento», así como que por parte del Consistorio «se va a pedir a la Junta de Compensación propietaria del plan parcial en el que se encuentran los registros que los tape». Recuerdan además las mismas fuentes municipales que el Ayuntamiento «no tiene competencia en materia de pozos», si bien se precisa que «los registros sin tapa están controlados por los Bomberos».

Pero los registros de alcantarillados denunciados desde este grupo de Facebook no son ni mucho menos los únicos agujeros negros del urbanismo que de un tiempo a esta parte despiertan cierta inquietud entre los vecinos de la capital abulense que ahora miran con una preocupación de la que antes no eran conscientes oquedades existentes en la ciudad desde hace años y en las que  ahora, con lo ocurrido al pequeño Julen, se percibe cierto peligro. Hablamos, por ejemplo, de la perforación, en este caso paralela a la superficie y también sin tapar, que existe junto al Monasterio de La Encarnación, de suficiente tamaño para que una persona se meta y sin duda un atractivo juego para los niños, o de la perforación existente en la avenida Juan Carlos I junto a las dependencias de la Agencia Estatal de Meteorología de Ávila, que lleva años en ese lugar, muchas veces sin tapa, pero que ahora se mira de otro modo.