Silenciosa subida al Calvario desde la zona sur

E.Carretero
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La Procesión del Silencio con las imágenes de Cristo y la Virgen de las ?Angustias fue seguida durante todo su recorrido por multitud de personas

Silenciosa subida al Calvario desde la zona sur - Foto: David Castro

Aún de día y con temperatura bastante agradable en comparación con las jornadas anteriores y, sobre todo, sin ningún atisbo de agua,  a última hora de la tarde del Miércoles Santo partía de la iglesia de San Nicolás de Bari la Procesión del Silencio, estación penitencial que sale de la zona sur de la ciudad para iniciar su tradicional ascenso hacia el casco histórico de la capital abulense recordando a Cristo camino del Calvario con la Cruz a cuestas. De hecho, es el Santísimo Cristo Arrodillado, obra de José Francisco Javier Díaz de 1993 que representa el pasaje evangélico de Jesús marchando por la Vía Dolorosa, el paso que abre este desfile procesional que organiza la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y en el que también desfilan otras dos tallas, en este caso la del Santísimo Cristo de la Agonía, que representa a Jesús en la Cruz momentos antes de morir con  actitud dulce y apacible, y detrás del cual van la corona de espinas y los clavos que simbolizan su agonía, y la de Nuestra Señora de las Angustias, una piedad que sostiene en brazos y apoyado sobre sus rodillas el cuerpo de Cristo muerto.  

Las agradables temperaturas hicieron que fueran muchísimos los fieles que se dieron cita en las inmediaciones de la iglesia de San Nicolás de Bari  para ver la salida de esta procesión, a la que costó un poco arrancar, y muchos también los que siguieron esta estación de penitencia a lo largo de este recorrido que, a diferencia del resto de las procesiones de la Semana Santa de Ávila, parte de la zona sur, donde esta cofradía está muy arraigada. Uno de los lugares más de concurridos de este recorrido fue, como es habitual, la plaza del Rollo donde se agolparon centenares de fieles y donde la llegada de los pasos, ya iluminados en ese momento como también lo estaban ya los faroles de los cofrades, fue recibida por las saetas cantadas desde uno de los balcones del centro social municipal de la calle Las Eras. 

Acompañando a estas tres imágenes, los cofrades de Nuestra Señora de las Angustias, entre los que no faltaron penitentes descalzos y tampoco varios niños, todos ellos ataviados con su característica túnica azul y capa, cíngulo y guantes blancas y capirote blanco con el símbolo de esta cofradía: el Sagrado Corazón. Acompañando a la cofradía organizadora no faltaron tampoco este año hermanos de la Cofradía del Santísimo Cristo Despojado de Valladolid, cuya banda de tambores y cornetas puso el acompañamiento musical a esta procesión sobria y solemne. Una colaboración que viene de antiguo y que se fomentó aún más después de que ambas cofradías se hermanaran en 1995. 

Además del acompañamiento musical de las cornetas y los tambores, y de las saetas que se dedican a cada uno de los pasos, en la Procesión del Silencio no falta tampoco el sonido de la campana, portada por dos hermanos cofrades y que va marcando el recorrido.

Las muestras de devoción se repitieron durante todo el trayecto, con momentos de gran emoción, no faltando incluso en algunos momentos los aplausos al paso de las imágenes por parte de los fieles que acompañaron la procesión durante prácticamente todo su recorrido hasta el centro de la ciudad, pasando por el paseo del Rastro para llegar a la plaza de Santa Teresa y desde ahí entrar, ya de noche, en la Catedral abulense.