Editorial

El apoyo eficaz al comercio necesita revitalizar la ciudad

Diario de Ávila
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Cada oportunidad perdida ha significado un paso atrás difícil o imposible de recuperar

El Ayuntamiento de Ávila trabaja en un nuevo proyecto de apoyo al comercio local, muy afectado negativamente por la pandemia y por los inevitables cambios en las formas de consumo que se están produciendo, una campaña denominada 'El comercio de Ávila está de moda' con la que quieren incentivar las compras en esos pequeños establecimientos tentando al consumidor con el aliciente de poder conseguir hasta 10.000 euros en descuentos.

Para hacer realidad este proyecto, continuación directa de la campaña 'Compra con corazón' realizada el pasado año, falta el requisito de conseguir el apoyo de la Junta de Castilla y León, a quien el Ayuntamiento ha solicitado una subvención para poder llevar a cabo esa campaña, pero lo que es evidente es que el comercio minorista, que lleva muchos años viendo como su clientela no deja de menguar, necesita algo más que esa ayuda puntual, que nadie puede negar que es positiva.

Es decir, que afrontar este problema, como suele ocurrir con cualquier otro, requiere no solamente mirar con una cortedad de miras que suelen agotarse en sí mismas, sino que precisa de ampliar los horizontes y entender que todo está muy interrelacionado, y que si seguimos con la autopista en vez de con autovía, sin alta velocidad, con el servicio ferroviario decreciendo y a velocidades de principios del siglo pasado y con la industria en mínimos, la ciudad tendrá muy difícil, por no decir imposible, crecer como sería de desear; y si baja la población y además envejece, el futuro será más difícil y más complicado de revertir en su caída cada vez que cambie el calendario. 

Está bien, nadie puede negarlo, apoyar al comercio con esas ayudas directas a través de la motivación a la clientela, que también se beneficia con unos costes un poco menores gracias a esos descuentos, pero el problema viene de más lejos y por varias vías y, como tal, hay que afrontarlo desde una perspectiva mucho más amplia. Podemos comprar con corazón, nos pueden motivar con que el comercio está de moda, y todo ello será un auxilio inmediato, pero si cada día somos menos, más mayores y más empobrecidos poco más allá llegarán esas medidas de ayuda que al tiempo que estén en vigor. Y lo que realmente necesita el comercio abulense, igual que el resto de sectores sociales sin exceptuar a ninguno, es una ciudad que se revitalice en todos los sentidos y sea atractiva para que mucha gente apueste por asentarse en ella.

Ahí la solución con garantías de futuro no están en manos del Ayuntamiento, lo está (o al menos lo ha estado) en manos de otras administraciones, la autonómica y la central, esas que han ninguneado a Ávila durante mucho tiempo. Y cada oportunidad perdida ha significado un paso atrás difícil o imposible de recuperar, en parte porque el castigo a los abulenses tenía como contrapartida un premio para otras tierras que o han sabido ser más reivindicativas o han tenido representantes políticos más comprometidos y válidos.