Que el Gobierno acaba de publicar la eliminación de la obligatoriedad del uso de mascarillas, excepto en algunos ámbitos y situaciones, es conocido por todos. Sin embargo también se recomienda que se mantenga el uso de este elemento de protección para proteger a las personas vulnerables y en los espacios cerrados de uso público donde se congreguen muchas personas y no se guarda la distancia de metro y medio.
Así las cosas y ante el posible «incremento de contagios tras las reuniones de Semana Santa, y la necesaria protección de las personas mayores y vulnerables» que acuden a las celebraciones litúrgicas y pastorales, el Vicario General de la Diócesis de Ávila ha enviado una circular interna a todos los sacerdotes, en la cual se recomiendan varios asuntos. El primero que se siga usando la mascarilla en los templos como hasta ahora, «especialmente en las eucaristías dominicales, en las celebraciones de las Primeras Comuniones, y en las fiestas patronales». Entiende que hay que dar prioridad a que todas las personas que quieran participar en dichas celebraciones lo hagan «sin necesidad de establecer límites de aforo». Y como esto puede implicar que no se guarde el metro y medio de distancia, todos los asistentes tienen que llevar mascarilla. Si alguien se negara, «tendría que ponerse en un lugar en el que asegure esa distancia».
Para el sacerdote que preside las celebraciones no sería necesario cuando esté solo en el altar pero sí «recomendable en las concelebraciones, y cuando se aproxima a los fieles para dar la Comunión, realizar ritos sacramentales, o en cualquier otra circunstancia en la que no se guarde el metro y medio de distancia». Piden además mantener las medidas de higiene y prevención exigibles a todas las actividades. «Especialmente limpieza, ventilación y uso de gel hidroalcohólico». De cara a las catequesis y como quedan porcas sesiones «se recomienda mantener las medidas aplicadas hasta ahora: uso de mascarilla y medidas de distancia, higiene y ventilación, para no crear problemas a los niños o catequistas más vulnerables y, además, para que las familias sientan que sus hijos están en entornos seguros.
En los conciertos en templos se aplicarían las mismas medidas que en las celebraciones;en el despacho parroquial y reuniones de trabajo no seria necesaria si se garantiza la distancia y a no ser que asistan personas especialmente vulnerables.