Podría preocuparme por la disyuntiva Ayuso/Almeida o especular sobre si las regionales se anticiparán en Castilla y León, pero soy raro. Ando estos días más con el bulle bulle de la trampa eléctrica, ésa en la que nuestra Comunidad puede caer si no andamos finos cuando el coche (camión o furgoneta) eléctricos se enseñoreen de las carreteras y las ciudades.
El mayor productor de coches de Europa, Alemania, ya cojea, crece menos porque la producción de motores se ralentiza. España, segundo mayor productor, también tiene dificultades y no sólo por los microchips. En Glasgow, decenas de partícipes firmaron llegan a un acuerdo en el que no están todos los que son pero sí son todos los que están: en 2040 no se fabricará un sólo coche que funcione con combustibles sólidos. Rivian, empresa americana de furgonetas eléctricas, empezó a cotizar ayer y capitaliza mucho más que las grandes marcas clásicas.
Renault es vital para Castilla y León, como lo es Iveco para Valladolid. Siempre han confiado en sus fábricas de aquí por su eficiencia. Pero corren tiempos de cambio. Y estas tecnologías son muy disruptivas: menos piezas, menos mantenimiento, otros requisitos, y sobre todo ¡ baterías ¡.
Y ahí es donde le duele: las pilas, hay que ponerse las pilas y reaccionar preventivamente, antes de que el problema se incremente e incluso antes de que se manifieste. Convertir éste en tema de permanente debate: tenemos el CES, tenemos las Cortes, tenemos el Gobierno regional, las universidades, centros experimentales, sindicatos, patronales, Cámaras de Comercio, Ayuntamientos, Diputaciones, Diputados, Senadores, Procuradores…. ¿Vamos tomando el toro por los cuernos? ¿Vamos haciendo de éste el tema estrella del debate? ¿Establecemos pactos de Comunidad "electrizantes" y preventivos? ¿Nos ponemos las baterías? ¿Nos ganamos el sueldo?