La recaudación fiscal se dispara al nivel más alto en 15 años

David Alonso
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El Estado ingresa 4.750 millones de euros en tributos de Castilla y León durante 2021, mientras que en los dos primeros meses de este ejercicio ya supera el millar y apunta a un récord histórico

Imagen del repostaje en una gasolinera. - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez.

La recaudación fiscal del Estado en Castilla y León va camino de anotar este año su cifra más alta de la historia después de haber logrado en 2021 haber dejado atrás el fantasma de la crisis de la pandemia y lograr los mejores ingresos en quince años. Concretamente, los 4.754 millones de euros que las arcas públicas recibieron de la Comunidad se sitúan a escasos doscientos millones de los 5.000 recaudados en 2007, con la burbuja del ladrillo a punto de explotar. Las cifras que maneja la Agencia Tributaria reflejan como durante el pasado año el fisco incrementó un 20 por ciento sus ingresos en Castilla y León –setecientos millones más que en 2020–, y superó con creces los datos prepandemia. 

Un impulso que se sustenta sobre la rápida recuperación económica experimentada por la Comunidad, con los ERTE como salvaguarda del empleo, y una desbocada inflación que acumula varios meses de subidas. De hecho, este último punto se ha convertido un una moneda de dos caras. Mientras que por una parte ahoga a las familias con un encarecimiento continuado de los precios, por otro, la recaudación fiscal sigue creciendo mes a mes.

En cualquier caso, el pasado año la notable mejora de los ingresos tributarios del Estado en la Comunidad volvió a estar soportada por el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que acaparó el cincuenta por ciento de los 4.700 millones –unos 2.400 recaudados en la región–, tras repuntar casi quince puntos con respecto al año anterior. Esta mejoría se debe en gran parte a como esta crisis, a diferencia de otras, el empleo ha resistido gracias a las ayudas públicas y esto ha permitido que el pasado año se rondasen los 2.500 millones por esta vía.

En segundo lugar, el Impuesto del Valor Añadido (IVA), también cerró el ejercicio en números verdes tras incrementarse un diez por ciento hasta superar los 1.400 millones, 180 más que en 2020. No obstante, el gravamen que una mejor evolución ha presentado ha sido sin dudas el Impuesto de Sociedades –el que grava a las empresas–, que arrojó un crecimiento del 40 por ciento con casi 900 millones de euros remitidos a las arcas del Estado. Estos tres tributos supusieron el 98 por ciento de los 4.754 millones que la Agencia Tributaria percibió de Castilla y León en 2021.

Una cifra global que supone que los castellanos y leoneses abonaron algo más de trece millones de euros en impuestos estatales cada día durante el pasado año. Además, esto supuso una carga fiscal para los ciudadanos de la Comunidad de casi 2.000 euros por persona al año.

Proyección de récord

Mientras, en lo que va de año la Agencia Tributaria ha recaudado en la Comunidad casi, 1.100 millones de euros, una cuantía desorbitada para tratarse solo de los datos referidos a enero y febrero. Para poner en contexto, esto supondría que, de mantenerse este nivel de ingresos fiscales, este ejercicio acabaría con algo más de 6.500 millones de euros aportados a la hucha común. Nada más y nada menos que un 35 por ciento más que en 2021 y anotaría la cifra más alta de la historia en cuanto a recaudación tributaria en Castilla y León. La galopante inflación que asola a España y a la Comunidad –cerró febrero en el 8,5%– está detrás de estas cifras nunca antes vistas. El IVA, que hasta febrero ha supuesto casi 500 millones ya –lo mismo que durante entre enero y abril de 2021–, podría romper todos los récord y duplicar en 2022 los números del pasado año, cuya recaudación fue la segunda más alta de la historia en lo que se refiere a este tributo.