El Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Industriales de Ávila alerta sobre la «proliferación desmesurada» de titulaciones de grado en el ámbito de la ingeniería de la rama industrial que no cumplen la Orden CIN 351/2009. Una advertencia que el órgano colegial abulense dirige en especial a los estudiantes que están a punto de realizar la EBAU y por consiguiente en fase de elección de carrera universitaria y que, debido a la situación de crisis sanitaria, no han podido tener acceso a una orientación universitaria suficiente.
«Lo que pretendemos es alertar sobre la inconveniencia de los denominados ‘Grados blancos’, sin atribuciones profesionales, que suponen un engaño para el alumnado, con el único objetivo de atrapar a los estudiantes para que realicen posteriormente un máster profesionalizante, generalista y no de especialización, que les permita acceder al mercado de trabajo», advierten desde el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Industriales de Ávila a todos aquellos que estén pensando en cursar titulaciones de Graduado en Ingeniería, a quienes recomienda que «elijan aquellas que tienen atribuciones profesionales y dan acceso a profesión regulada». No en vano, recuerdan desde este órgano colegial, «hay que diferenciar entre competencias educativas y atribuciones profesionales» teniendo en cuenta, apuntan, que los grados con competencias «permiten acceder a ciertas oposiciones públicas, pero no al ámbito laboral industrial profesional».
En la actualidad, señalan las mismas fuentes, hay «más de 100 títulos de Grados en Ingeniería del ámbito Industrial que no otorgan atribuciones profesionales», una situación que «ha generado numerosas quejas y la indignación por parte de los titulados, que se sienten engañados por las universidades al ver cómo después de cuatro años de estudios, carecen de las atribuciones profesionales que les permiten ejercer como ingenieros, ya que no pueden firmar proyectos, al ser una profesión regulada». Este hecho, continúan desde este Colegio Profesional, «les provoca una gran frustración, y todo ello por la deficiente información que las universidades realizan de sus propias titulaciones, pues tratan de confundir competencias con atribuciones».
Ante esta situación, la citada institución ha presentado un documento dirigido a la Secretaría General de Universidades, dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, para que «se obligue a las universidades a publicitar de forma clara y precisa qué titulaciones dan acceso a la profesión reglada y por tanto otorga atribuciones profesionales y cuáles no».