En el nombre del Valle

Luis Miguel Pascual (EFE)
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Piero Hincapié (i). - Foto: LaPresse/AP

Ecuador se ha convertido, por derecho propio, en una de las sensaciones del Mundial de Qatar. La lección de fútbol que dio a Países Bajos le dejó al borde de su segunda clasificación para octavos de final y el mundo entero empezó a interesarse en la benjamina de la competición.

Ocho de los 26 jugadores de la 'Tri' se formaron en la cantera de Independiente del Valle, algo más que un equipo, un experimento futbolístico destinado a elevar el nivel del país y que el propio seleccionador, Gustavo Alfaro, reconoce.

De este club asentado en Sangolqui, una localidad de 75.000 habitantes de la periferia sur de Quito, han salido algunos de los principales talentos del reciente fútbol nacional, donde el 'profe' ha asentado su labor de renovación de la selección.

La filosofía del preparador argentino coincide con la que desde hace años viene poniendo en marcha Independiente del Valle, que no solo pretende formar futbolistas, también personas.

El símbolo del proyecto se llama Moisés Caicedo, el jugador más cotizado de la 'Tri', que triunfa en el Brighton y que es el alma del equipo junto al capitán, el veterano Enner Valencia.

Pero de las filas de la entidad de Sangolqui también han salido otras de las estrellas como Ángelo Preciado, Gonzalo Plata, Piero Hincapié o Jhegson Méndez.

«Es una muestra de cómo un club puede transformar las ilusiones de la gente en cosas concretas», aseguró Alfaro sobre el equipo del que procede la columna vertebral de su conjunto.

Fundado a mediados del siglo pasado por José Teran, un apasionado del fútbol argentino que, por ello, apostó por ese nombre, la entidad es propiedad de Michel Deller, una de las grandes fortunas del país, que tenía la intención de convertirlo en «un club diferente».

Esa máxima se ha convertido en el «eslogan» del equipo, que desde entonces se ha dedicado a buscar a los talentos del país para atraerles a su academia.

En sus instalaciones los jóvenes no solo aprenden fútbol. «También estudias allí, incluso te dan acompañamiento psicológico», declaró Jackson Porozo.

Lejos de tener la popularidad del Barcelona de Guayaquil o de la Liga de Quito, Independiente ha demostrado ser un buen trampolín para sus estrellas, que en muchos casos acaban por dar el salto a Europa.

El conjunto ecuatoriano ha firmado acuerdos con otras entidades más pequeñas, como Esmeraldas, de donde procede Hincapié, para reclutar a sus mejores jugadores desde que comienzan a despuntar en categorías inferiores.

En sus instalaciones encuentran las mejores condiciones, siete terrenos de fútbol, 10 vestuarios, cuatro edificios para albergar a los chicos, formarlos y nutrir a la selección nacional.