Un milagro más del 'mago blanco'

Diego Izco (SPC)
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Hervé Renard, un trotamundos que eleva el espíritu de selecciones menores, lleva a Arabia a firmar el triunfo de su vida ante Argentina

El entrenador francés da instrucciones en la banda con Lionel Scaloni, a quien anuló tácticamente, a su izquierda. - Foto: Noushad Thekkayil (efe)

Bajo esa fachada de galán de películas de 'serie B' vive un estratega muy serio, un 'currela' capaz de hacer el petate y aparecer con su pizarra en cualquier rincón del mundo. Lo más cerca que Hervé Renard (Aix-les-Bains, Francia, 1968) ha estado de las estrellas es en aquel Cannes de comienzos de los 90, compartiendo vestuario con Zinedine Zidane. Lo suyo, decidido cuando a los 30 años militaba en la sexta categoría del fútbol francés (o cuando se levantaba a las tres de la mañana para trabajar en un camión de la basura), es el fútbol de los modestos: mirar a los ojos a futbolistas de 'cinco' y poco más para que, en colectivo, sean un 'siete'. Pura 'magia negra' del 'mago blanco', el apodo que le pusieron en África, donde se hizo un nombre.  

Allá, como seleccionador en 2012 de una Zambia que no entraba en ninguna quiniela (ni siquiera para superar la primera fase), logró el título de la Copa de África. Detrás de aquel éxito no había trampa ni cartón: 'solo' trabajo. Muchos días de concentración y rutina hasta que el mensaje calase en los huesos de sus jugadores, y máxima exigencia física: su idea de juego siempre se basa en que cada futbolista se exprima al máximo del 0 al 90. 

Repitió

No tuvo éxito en su propia tierra (fracasó en clubes como Socheaux y Lille), pero volvió a África para repetir fórmula y título con Costa de Marfil en 2015. Y dos años más tarde, Marruecos se puso en sus manos para meterse en un Mundial por primera vez en 20 años. 

Ahora, con Arabia Saudí y la misma e inagotable fórmula, ha vuelto a hacer historia. «No creo que pasemos, pero estamos para luchar contra los pronósticos», señaló en la víspera del partido... Los reventó. Un truco imposible.