La necesidad de ventilar contada por los propios alumnos

Mayte Rodríguez
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Estudiantes del Bachillerato Internacional del IES Jorge de Santayana están compartiendo con sus compañeros los resultados de un experimento con el que han comprobado cómo ventilar las aulas reduce la concentración de CO2 y de virus en el ambiente

La necesidad de ventilar contada por los propios alumnos

Alumnos del primer curso de Bachillerato Internacional del Instituto de Educación Secundaria Jorge de Santayana explicarán a sus compañeros durante esta semana por qué es necesario ventilar las aulas para evitar la propagación del coronavirus. Este martes empezaron a recorrer las aulas del instituto para hacer llegar al resto de los alumnos cuál es la base científica de esta recomendación, recogida en los protocolos anticovid-19 que se aplican en los centros educativos y que los propios alumnos viven en su día a día. «Aunque hay carteles informativos y se habla de este asunto en las tutorías, nos pareció que una buena forma de concienciar al alumnado de la importancia de la ventilación era presentarles las evidencias científicas para que  vean por sí mismos que ventilar es beneficioso para ellos, no una mera imposición», explica Victoria Régil, profesora de Física y Química del IES Jorge de Santayana.

Partiendo de esa premisa, se encargó a los estudiantes del Bachillerato Internacional la realización de un experimento que está viéndose materializado ahora, con la explicación de los resultados al resto del alumnado del centro en intervenciones que no superan los 10 minutos en cada aula. 

«Utilizando un medidor de CO2 del laboratorio, se realizaron una serie de mediciones en un aula de 18 alumnos bajo diferentes condiciones: con todo cerrado, con las ventanas abiertas y la puerta cerrada, solo con la puerta abierta, ... con el fin de comprobar la cantidad de CO2 que se acumula en cada uno de los supuestos y que puede verse muy fácilmente porque el sensor va asociado a un programa informático que convierte los resultados en una gráfica, lo que permite visualizar cómo cambian las concentraciones en cada supuesto», apunta la profesora. Tras realizar las diferentes mediciones, la conclusión a la que llegaron los alumnos y que ahora están trasladando al resto del centro es palmaria: si las puertas y las ventanas están cerradas, los niveles de CO2 se triplican y, con ello, se multiplican por tres las posibilidades de propagación del virus. «Los niveles óptimos de CO2 en las aulas oscilan entre 400 y 800 miligramos por litro de aire, pero si no hay ventilación se alcanzan casi 2.000 miligramos por litro, tal como hemos comprobado con el medidor y hemos visto en las diferentes gráficas, es decir,  el aire está mucho contaminado cuanto más cerrada está el aula, más aún si hay personas hablando, por lo que la solución es ventilar para que disminuya la carga viral en el ambiente», señala Victoria Régil.

La necesidad de ventilar contada por los propios alumnos
La necesidad de ventilar contada por los propios alumnos
Éste es el mensaje que desde este martes los alumnos del primer curso de Bachillerato Internacional acercan a sus compañeros tras realizar un experimento para el que se han inspirado en la Guía de Ventilación publicada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). «Van a explicar los resultados en los grupos de tercero de la ESO en adelante, para los alumnos de primero y segundo se está pensando realizar un vídeo y colgarlo en redes sociales».